Archive for the ‘Historia’ Category

MARIA-ELVIRA ROCA BAREA descubre la verdadera historia del Imperio Español

15 abril 2017

MARÍA ELVIRA ROCA BAREA

IMPERIOFOBIA Y LEYENDA NEGRA (María Elvira Roca Barea)

Imperiofobia y leyenda negra

Mª Elvira Roca Barea, en Televisión Española

MARÍA ELVIRA ROCA BAREA

HistoCast 132 – Imperiofobia y leyenda negra


La entrevista | María Elvira Roca, Historiadora y autora de «Imperiofobia y leyenda negra»


Cómo superar la hispanofobia


Entrevista de Paco Linares a María Elvira Roca Barea – EsRadio

HANNAH ARENDT, AMANTE JUDÍA

20 junio 2013

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Hannah Arendt:,  la pensadora más importante del siglo XX

Hannah Arendt, filósofa alemana de origen judío, discípula predilecta de Martin Heidegger, es uno de los nombres más importantes del pensamiento en el siglo XX. Su análisis sobre el «totalitarismo» sigue siendo una referencia fundamental y, en muchos aspectos, no ha sido superado. Ahora Ediciones Encuentro acaba de publicar una de las obras más señaladas de Arendt: Karl Marx y la tradición del pensamiento político occidental. La tesis fundamental de la autora: con Marx se cierra el ciclo de la filosofía política abierto con Platón. Un libro que hay que leer. Hannah Arendt nació en Linden (Alemania) hija de padres judíos laicos y creció en Königsberg y Berlín. Estudió filosofía con Martin Heidegger en la Universidad de Marburgo. Escribió su tesis doctoral sobre el concepto de amor en el pensamiento de Agustín, bajo la dirección del filósofo y psiquiatra existencialista Karl Jaspers. La tesis fue publicada en 1929, pero dada su condición judía fue inhabilitada para el ejercicio de la enseñanza en universidades alemanas en 1933.Se trasladó a París, donde  entabló amistad con el crítico literario y místico marxista [y judío] Walter Benjamin, y colaboró con la ayuda a refugiados judíos. Sin embargo, con la ocupación militar alemana de algunas partes de Francia que siguió a la declaración de guerra a Alemania, en 1939 tuvo que escapar de Francia. En 1941 emigró a los Estados Unidos con la ayuda del periodista estadounidense Varian Fry. Allí formó activamente parte de la comunidad judía-alemana en Nueva York y escribió para el semanario Aufbau. Después de la Segunda Guerra Mundial, retomó contacto con Heidegger y testificó a su favor en el proceso de desnazificación de Alemania.En 1951 se nacionalizó estadounidense. Falleció en 1975 y fue enterrada en el Bard College en Annandale-on-Hudson, Nueva York. En sus trabajos, Arendt trata sobre la naturaleza del poder y temas como la política, la autoridad y el totalitarismo en general y sobre la Shoah.Esta obra Karl Marx y la tradición del pensamiento político occidental fue escrito en un momento crucial de la biografía intelectual de Arendt, y en él se perfila por primera vez la tesis fundamental de la autora de que la obra de Marx suponía la conclusión y cierre de la tradición de filosofía política cuyo origen se remontaba a la obra de Platón. Con este escrito, inédito hasta fechas muy recientes, se proponía completar su obra Los orígenes del totalitarismo examinando en profundidad el marxismo como el único elemento ideológico que, a su parecer, conectaba la terrible novedad totalitaria con el cauce de la tradición del pensamiento político de Occidente.Esta edición de Encuentro incluye asimismo Reflexiones sobre la revolución húngara, escrito en la misma época. [ Es un estudio sobre la rebelión húngara de 1956 y la subsiguiente represión del ejército soviético.] Este capítulo fue incluido en la versión estadounidense de Los orígenes del totalitarismo, pero no así en las traducciones españolas de la obra.La Arendt más libre y lúcida, más ecuánime y menos comprometida ideológicamente, se expresa con singular intensidad en estas páginas. Todo el que quiera comprender la evolución política del siglo XX y del presente no puede obviar la lectura de este libro.http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=1341 

High-Brow Love: Hannah Arendt (Stacy Ross) and Martin Heidegger (Robert Krakovski) do more than just philosophize in ‘Hannah and Martin.’

The head and the heart try to meet in SJ Rep’s «Hannah and Martin» by Marianne Messina In San Jose Repertory Theatre’s production of Hannah and Martin, actress Stacy Ross makes the 20th-century thinker Hannah Arendt a pleasure to know. Feisty, but not cantankerous, strong but not domineering, quirky, sharp, mischievously wry—in short, fascinating—Ross’ Arendt does much to carry the play. The story follows the relationship between the Jewish Arendt and her mentor/lover Martin Heidegger, who later joined the Nazi party.

http://images.google.es/imgres?

El …. ANGEL ASESINADO…

23 enero 2013

ruina angelAngeldelaPaz_1964 (1) ORIGINAL
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TRESMONTES copia del blog El rincón de Paisano el siguiente texto:
También llamado el Angel de la Victoria:
Esteban Lopez Vega se dedicó a asfaltar y adecentar el entorno…
El monumento no es de Valdepeñas, sino de la Diputación…en su base ponía, La provincia de Ciudad Real al CAudillo….
como homenaje de gratitud…en recuedo de sus mártires de 1936-1939.
Fue inagurado el 16 de noviembre de 1964 y destruido parcialmente
el 18 de julio de 1976 por el FRAP.
La reconstrucción se estimó en varios millones de pesetas, si bien
ahora yo creo que es casi irrecuperable….
El cuadro de El Angel (con la hiedra) creo que está en la Igleisa
de la Asunción…
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En 1964 se inauguró el monumento al “Ángel de la Paz”, erigido en honor al Ejército español, obra de Juan de Ávalos, se situó en el Cerro de las Aguzaderas, muy próximo y visible desde la carretera nacional IV, hoy autovía A-4. En la actualidad este monumento está casi totalmente destruído, por haber sido objetivo de un atentado terrorista. La obra había sido realizada en chapa de cobre repujada, sobre una armadura interior de hierro.7

Esta escueta información de arriba, en Wikipedia, nos viene a revelar el atronador silencio y censura que los medios de INcomunicación han impuesto sobre temas y hechos que «los que mandan» consideran deben ser desconocidos por la gente, incluso por los observadores más inquisitivos de la realidad social de España y de Europa.

…Lo más escandaloso es que un monumento artístico de colosales proporciones haya sido dinamitado por terroristas «talibanes» –es decir, los que se autotitulan «antifranquistas»– sin que ninguna institución cultural o política se haya dado por enterada. El silencio cómplice es elocuente del fanatismo y estulticia de los así llamados
«revolucionarios» y «progresistas» que se consideran oposición al Sistema, cuando los hechos demuestran que son la esencia misma de ese Sistema que creen combatir.
-…Como detalle interesante de las características del monumento llamado El Angel de la Paz, en la reproducción fotográfica de arriba puede observarse la silueta de una figura humana. Curiosamente, esta colosal estatua –ahora destruida y profanada– recuerda a la Estatua de la Madre Rusia, erigida cerca de Stalingrado, para conmemorar la batalla del mismo nombre. En Rusia se conservan y respetan tanto los monumentos de la época «soviética» como los símbolos de la Rusia Imperial de los Zares. Putin ha sabido reparar los excesos iconoclastas del también «talibanesco»
régimen «comunista». Por el contrario, en España, los fanáticos revanchistas de la llamada «Memoria Histórica» demuestran cada día su ignorancia y estupidez tratando de borrar los testimonios dejados en piedra y arte por el
período histórico que transcurrió desde 1936 a 1975.
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Nota de TRESMONTES: Para informarse sobre el tema de este gran monumento, obra del escultor Juan de Avalos, hay que entrar en este enlace: https://docs.google.com/file/d/0BwH8_Ruh5yOLUVVUa2taR0RuS2M/edit?pli=1

ALARDE EN FUENTERRABIA / HONDARRIBIA

26 octubre 2012

GUTEN MORGEN, EUROPA!

27 junio 2012

 

 

Carlos Maurrás ya anunció la amenaza islámica

26 junio 2012

Charles Maurras, el gran político católico, monárquico  y francés, por supuesto hoy desconocido deliberadamente para la mayoría de los europeos, ya advirtió hace casi un siglo, con lucidez del peligro y traición que representa para Europa abrir las puertas al islam. 

Seguidamente copiamos de «minutodigital.com» la siguiente información:

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El 13 de julio de 1926, con ocasión de la inauguración de la gran mezquita de Paris, Charles Maurras (escritor y político francés) escribía en “L´Action Française” estas líneas proféticas:

“Algunas calles de Paris se han engalanado con los muy bonitos ropajes de nuestros visitantes marroquíes. Los hay verdes, los hay de todos los tonos. Algunos de estos majestuosos hijos del desierto parecerían “vestidos de cándida probidad y de lino blanco” (en palabras de un inspirado reportero) si sus rostros morenos y casi negros no harían pensar al embadurnamiento infernal. Que sus conciencias sean de color ropa o de color piel, sus trajes son de todas maneras envidiables; el más negligente de los hombres sería capaz de incurrir en gastos que se materializarían en esta magnífica capa magma, en estos abrigos bordados de luna y de sol. Nuestra propia Guardia Republicana, tan bien encasquetada y vestida de gala, cede el paso, me parece, al esplendor tornasolado de nuestros huéspedes orientales. Una vez reconocido todo este colorido, no es menos cierto que estamos cometiendo una gran tontería. Esta mezquita en pleno centro de Paris no me sugiere nada bueno. A lo mejor no hay un despertar del islam, en cuyo caso todo lo que digo aquí no tiene sentido y todo lo que se hace es igualmente la más vana de las cosas. Pero si hay un despertar del islam, y creo que no es cosa dudosa, un trofeo de la fe coránica, sobre esta colina de Santa Genoveva (Sainte- Geneviève, patrona de Paris) donde los mayores doctores de la cristiandad enseñaron contra el islam, representa más que una ofensa a nuestro pasado: es una amenaza para nuestro porvenir. Podríamos conceder al islam, en su casa, todas las garantías y todos los respetos. Bonaparte podía descalzarse en la mezquita y el mariscal Lyautey emplear las más elocuentes figuras retóricas para afirmar la fraternidad de todos los creyentes: eran cosas lejanas, asuntos de África o de Asia. Pero en Francia, en la casa de los Protectores y los Vencedores, desde un simple punto de vista político, la construcción oficial de la mezquita y sobre todo su inauguración con gran pompa republicana, expresa algo que se parece a una infiltración en nuestro país y a su toma de posesión por nuestros sujetos y nuestros protegidos. Estos la interpretarán sin dudarlo un instante, como una oscura confesión de debilidad. Alguien me decía ayer: ¿Quién coloniza ahora? ¿Quién es colonizado? ¿Ellos o nosotros? Me parece ver desde aquí alguna sonrisa superior. Oigo y leo algunas declaraciones acerca de la igualdad de los cultos y las razas. Sería prudente no dejarlas propagarse desde aquí, por medio de megáfonos demasiados potentes. El conquistador demasiado atento a la fe del conquistado es un conquistador que no suele durar mucho. Acabamos de transgredir los justos límites de la tolerancia, del respeto y de la amistad. Acabamos de cometer el crimen de exceso. Quiera el cielo que no tengamos que pagar por ello dentro de muy poco y que las nobles razas a las cuales hemos aportado nuestro concurso tan valioso no se vean embriagados por el sentimiento de nuestra debilidad. Charles Maurras (1868-1952)

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Fuente: publicado en  3 junio de 2012 en MINUTO DIGITAL

http://www.minutodigital.com/2012/06/03/charles-maurras-y-su-opinion-sobre-la-apertura-de-mezquitas-en-europa-es-una-amenaza-para-nuestro-porvenir/

una ciudad europea bombardeada en la WWII

29 May 2012

 

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Fuente: ORDEN Y CULTURA

 

MAI 2012

25 May 2012

…SE INTENTÓ MATAR DE HAMBRE A ALEMANIA

12 abril 2012

http://mises.org/daily/4308

En la dirección de arriba se informa de cómo en el siglo XX, reiteradamente se intentó destruir a Alemania mediante el genocidio, siendo éste un tema tabú silenciado en todos los medios de comunicación…desde 1945. Seguidamente publicamos la citada información en versión original:

The Blockade and Attempted Starvation of Germany

Mises Daily:Friday, May 07, 2010 by

[The Politics of Hunger: Allied Blockade of Germany, 1915-1919 • By C. Paul Vincent • Ohio University Press (1985) • 185 pages. This review was first published in the Review of Austrian Economics 3, no. 1.]

The Politics of Hunger: Allied Blockade of Germany, 1915-1919

States throughout history have persisted in severely encumbering and even prohibiting international trade. Seldom, however, can the consequences of such an effort — the obvious immediate results as well as the likely long-range ones — have been as devastating as in the case of the Allied (really, British) naval blockade of Germany in the First World War. This hunger blockade belongs to the category of forgotten state atrocities of the twentieth century. (Similarly, who now remembers the tens of thousands of Biafrans starved to death during the war of independence through the policy of the Nigerian generals supported by the British government?) Thus, C. Paul Vincent, a trained historian and currently library director at Keene State College in New Hampshire, deserves our gratitude for recalling it to memory in this scholarly and balanced study.

Vincent tellingly recreates the atmosphere of jubilation that surrounded the outbreak of the war that was truly the fateful watershed of the twentieth century. While Germans were overcome by an almost mystical sense of community (the economist Emil Lederer declared that now Gesellschaft [Society] had been transformed into Gemeinschaft [Community]), the British gave themselves over to their own patented form of cant. The socialist and positivist utopian H.G. Wells, for instance, gushed: «I find myself enthusiastic for this war against Prussian militarism. … Every sword that is drawn against Germany is a sword drawn for peace.» Wells later coined the mendacious slogan «the war to end war.»

As the conflict continued, the state-socialist current that had been building for decades overflowed into massive government intrusions into every facet of civil society, especially the economy. The German Kriegssozialismus that became a model for the Bolsheviks on their assumption of power is well known, but, as Vincent points out: «the British achieved control over their economy unequaled by any of the other belligerent states.»

Everywhere state seizure of social power was accompanied and fostered by propaganda drives unparalleled in history to that time. In this respect, the British were very much more successful than the Germans, and their masterly portrayal of the «Huns» as the diabolical enemies of civilization, perpetrators of every imaginable sort of «frightfulness,»[1] served to mask the single worst example of barbarism in the whole war, aside from the Armenian massacres.

This was what Lord Devlin frankly calls «the starvation policy» directed against the civilians of the Central Powers (particularly Germany),[2] the plan that aimed, as Winston Churchill, First Lord of the Admiralty in 1914 and one of the framers of the scheme, admitted, to «starve the whole population — men, women, and children, old and young, wounded and sound — into submission.»[3]

The British policy was in contravention of international law on two major points.[4] First, in regard to the character of the blockade, it violated the Declaration of Paris of 1856, which Britain itself had signed, and which, among other things, permitted «close» but not «distant» blockades. A belligerent was allowed to station ships near the three-mile limit to stop traffic with an enemy’s ports; it was not allowed simply to declare areas of the high seas comprising the approaches to the enemy’s coast to be off-limits.

This is what Britain did on November 3,1914, when it announced, allegedly in response to the discovery of a German ship unloading mines off the English coast, that henceforth the whole of the North Sea was a military area, which would be mined and into which neutral ships proceeded «at their own peril.» Similar measures in regard to the English Channel insured that neutral ships would be forced to put into British ports for sailing instructions or to take on British pilots. During this time they could easily be searched, obviating the requirement of searching them on the high seas.

This introduces the second and even more complex question: that of contraband. Briefly, following the lead of the Hague Conference of 1907, the Declaration of London of 1909 considered food to be «conditional contraband,» that is, subject to interception and capture only when intended for the use of the enemy’s military forces. This was part of the painstaking effort, extending over generations, to strip war of its most savage aspects by establishing a sharp distinction between combatants and noncombatants. Among the corollaries of this was that food not intended for military use could legitimately be transported to a neutral port, even if it ultimately found its way to the enemy’s territory. The House of Lords had refused its consent to the Declaration of London, which did not, consequently, come into full force. Still, as the US government pointed out to the British at the start of the war, the declaration’s provisions were in keeping «with the generally recognized principles of international law.» As an indication of this, the British admiralty had incorporated the Declaration into its manuals.

The British quickly began to tighten the noose around Germany by unilaterally expanding the list of contraband and by putting pressure on neutrals (particularly the Netherlands, since Rotterdam more than any other port was the focus of British concerns over the provisioning of the Germans) to acquiesce in its violations of the rules. In the case of the major neutral, the United States, no pressure was needed. With the exception of the beleaguered secretary of state, William Jennings Bryan, who resigned in 1915, the American leaders were amazingly sympathetic to the British point of view. For example, after listening to complaints from the Austrian ambassador on the illegality of the British blockade, Colonel House, Wilson’s intimate advisor on foreign affairs, noted in his diary: «He forgets to add that England is not exercising her power in an objectionable way, for it is controlled by a democracy.»[5]

The Germans responded to the British attempt to starve them into submission by declaring the seas around the British Isles a «war zone.» Now the British openly announced their intention of impounding any and all goods originating in or bound for Germany. Although the British measures were lent the air of reprisals for German actions, in reality the great plan was hatched and pursued independently of anything the enemy did or refrained from doing:

The War Orders given by the Admiralty on 26 August [1914] were clear enough. All food consigned to Germany through neutral ports was to be captured and all food consigned to Rotterdam was to be presumed consigned to Germany. … The British were determined on the starvation policy, whether or not it was lawful.[6]

The effects of the blockade were soon being felt by the German civilians. In June 1915, bread began to be rationed. «By 1916,» Vincent states, «the German population was surviving on a meager diet of dark bread, slices of sausage without fat, an individual ration of three pounds of potatoes per week, and turnips,» and that year the potato crop failed. The author’s choice of telling quotations from eye witnesses helps to bring home to the reader the reality of a famine such as had not been experienced in Europe outside of Russia since Ireland’s travail in the 1840s. As one German put it: «Soon the women who stood in the pallid queues before shops spoke more about their children’s hunger than about the death of their husbands.»

An American correspondent in Berlin wrote:

Once I set out for the purpose of finding in these food-lines a face that did not show the ravages of hunger. … Four long lines were inspected with the closest scrutiny. But among the 300 applicants for food there was not one who had had enough to eat for weeks. In the case of the youngest women and children the skin was drawn hard to the bones and bloodless. Eyes had fallen deeper into the sockets. From the lips all color was gone, and the tufts of hair which fell over the parchmented faces seemed dull and famished — a sign that the nervous vigor of the body was departing with the physical strength.

Vincent places the German decision in early 1917 to resume and expand submarine warfare against merchant shipping — which provided the Wilson administration with its final pretext for entering the war — in the framework of collapsing German morale. The German U-boat campaign proved unsuccessful and, in fact, by bringing the United States into the conflict, aggravated the famine.

«Soon the women who stood in the pallid queues before shops spoke more about their children’s hunger than about the death of their husbands.»

«Wilson ensured that every loophole left open by the Allies for the potential reprovisioning of Germany was closed … even the importation of foodstuffs by neutrals was prevented until December 1917.» Rations in Germany were reduced to about one thousand calories a day. By 1918, the mortality rate among civilians was 38 percent higher than in 1913; tuberculosis was rampant, and, among children, so were rickets and edema. Yet, when the Germans surrendered in November 1918, the armistice terms, drawn up by Clemenceau, Foch, and Pétain, included the continuation of the blockade until a final peace treaty was ratified.

In December 1918, the National Health Office in Berlin calculated that 763,000 persons had died as a result of the blockade by that time; the number added to this in the first months of 1919 is unknown.[7] In some respects, the armistice saw the intensification of the suffering, since the German Baltic coast was now effectively blockaded and German fishing rights in the Baltic annulled.

One of the most notable points in Vincent’s account is how the perspective of «zoological» warfare, later associated with the Nazis, began to emerge from the maelstrom of ethnic hatred engendered by the war. In September 1918, one English journalist, in an article titled «The Huns of 1940,» wrote hopefully of the tens of thousands of Germans now in the wombs of famished mothers who «are destined for a life of physical inferiority.»[8] The «famous founder of the Boy Scouts, Robert Baden-Powell, naively expressed his satisfaction that the German race is being ruined; though the birth rate, from the German point of view, may look satisfactory, the irreparable harm done is quite different and much more serious.»

Against the genocidal wish-fantasies of such thinkers and the heartless vindictiveness of Entente politicians should be set the anguished reports from Germany by British journalists and, especially, army officers, as well as by the members of Herbert Hoover’s American Relief Commission. Again and again they stressed, besides the barbarism of the continued blockade, the danger that famine might well drive the Germans to Bolshevism. Hoover was soon persuaded of the urgent need to end the blockade, but wrangling among the Allies, particularly French insistence that the German gold stock could not be used to pay for food, since it was earmarked for reparations, prevented action.

In early March 1919, General Herbert Plumer, commander of the British Army of Occupation, informed Prime Minister Lloyd George that his men were begging to be sent home; they could no longer stand the sight of «hordes of skinny and bloated children pawing over the offal» from the British camps. Finally, the Americans and British overpowered French objections, and at the end of March, the first food shipments began arriving in Hamburg. But it was only in July, after the formal German signature to the Treaty of Versailles, that the Germans were permitted to import raw materials and export manufactured goods.

Besides the direct effects of the British blockade, there are the possible indirect and much more damaging effects to consider. A German child who was ten years old in 1918, and who survived, was twenty-two in 1930. Vincent raises the question of whether the miseries and suffering from hunger in the early, formative years help account to some degree for the enthusiasm of German youth for Nazism later on. Drawing on a 1971 article by Peter Loewenberg, he argues in the affirmative.[9] Loewenberg’s work, however, is a specimen of psychohistory and his conclusions are explicitly founded on psychoanalytic doctrine.

Although Vincent does not endorse them unreservedly, he leans toward explaining the later behavior of the generation of German children scarred by the war years in terms of an emotional or nervous impairment of rational thought. Thus, he refers to «the ominous amalgamation of twisted emotion and physical degradation, which was to presage considerable misery for Germany and the world» and which was produced in large part by the starvation policy.

But is such an approach necessary? It seems perfectly plausible to seek for the mediating connections between exposure to starvation (and the other torments caused by the blockade) and later fanatical and brutal behavior in commonly intelligible (though, of course, not thereby justifiable) human attitudes generated by the early experiences. These attitudes would include hatred, deep-seated bitterness and resentment, and a disregard for the value of life of «others» because the value of one’s «own» life had been so ruthlessly disregarded.

A starting point for such an analysis could be Theodore Abel’s 1938 work, Why Hitler Came into Power: An Answer Based on the Original Life Stories of Six Hundred of His Followers. Loewenberg’s conclusion after studying this work is that «the most striking emotional affect expressed in the Abel autobiographies are the adult memories of intense hunger and privation from childhood.»[10] An interpretation that would accord the hunger blockade its proper place in the setting for the rise of Nazi savagery has no particular need for a psychoanalytical or physiological underpinning.

Occasionally Vincent’s views on issues marginal to his theme are distressingly stereotyped: he appears to accept an extreme Fischer-school interpretation of guilt for the origin of the war as adhering to the German government alone, and, concerning the fortunes of the Weimar Republic, he states: «That Germany lost this opportunity is one of the tragedies of the twentieth century. … Too often the old socialists seemed almost terrified of socialization.»

The cliché that, if only heavy industry had been socialized in 1919, then German democracy could have been saved, was never very convincing.[11] It is proving less so as research begins to suggest that it was precisely the Weimar system of massive state intervention in the labor markets and the advanced welfare-state institutions (the most «progressive» of their time) that so weakened the German economy that it collapsed in the face of the Great Depression.[12] This collapse, particularly the staggering unemployment that accompanied it, has long been considered by scholars to have been a major cause of the Nazi rise to power in 1930–33.

These are, however, negligible points in view of the service Vincent has performed both in reclaiming from oblivion past victims of a murderous state policy and in deepening our understanding of twentieth-century European history. There has recently occurred in the Federal Republic of Germany a «fight of historians» over whether the Nazi slaughter of the European Jews should be viewed as «unique» or placed within the context of other mass murders, specifically the Stalinist atrocities against the Ukrainian peasantry.[13] Vincent’s work suggests the possibility that the framework of the discussion ought to be widened more than any of the participants has so far proposed.

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Ralph Raico, Professor Emeritus in European history at Buffalo State College is a senior fellow of the Mises Institute. He is a specialist on the history of liberty, the liberal tradition in Europe, and the relationship between war and the rise of the state. He is the author of The Place of Religion in the Liberal Philosophy of Constant, Tocqueville, and Lord Acton. You can study the history of civilization under his guidance here: MP3-CD and Audio Tape. Send him mail. See Ralph Raico’s article archives.

This review was first published in the Review of Austrian Economics 3, no. 1.

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Notes

[1] Cf. H.C. Peterson, Propaganda for War. The Campaign against American Neutrality, 1914–1917 (Norman, Okla.: University of Oklahoma Press, 1939), especially pp. 51-70, on propaganda regarding German «atrocities.»

[2] Patrick Devlin, Too Proud to Fight: Woodrow Wilson’s Neutrality (New York: Oxford University Press, 1975), pp. 193–98.

[3] Cited in Peterson, Propaganda, p. 83.

[4] Cf. Devlin, Too Proud to Fight, pp. 158–67,191–200; and Thomas A. Bailey and Paul B. Ryan, The Lusitania Disaster: An Episode in Modern Warfare and Diplomacy (New York: Free Press, 1975), pp. 27–33.

[5] Cited in Walter Millis, Road to War: America, 1914–1917 (Boston: Houghton Mifflin, 1935), p. 84. The US government’s bias in favor of the Allied cause is well documented. Thus, even such an «establishment» diplomatic historian as the late Thomas A. Bailey, in his A Diplomatic History of the American People, 9th ed. (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall, 1974), p. 572, states: «The obvious explanation of America’s surprising docility [in the face of British violations of neutrals’ rights] is that the Wilson administration was sympathetic with the Allies from the beginning.» The partisanship of Wilson, his advisor Colonel House, Secretary of State Robert Lansing, and, especially, the American ambassador to England, Walter Hines Page, is highlighted in Bailey’s even-handed account of the entry of the United States into the war (pp. 562–95). The reader may find it an interesting exercise to compare Bailey’s treatment with that from a newer generation of «establishment» authority, Robert H. Ferrell, American Diplomacy: A History, 3rd ed. (New York: Norton, 1975), pp. 456–74. Ferrell gives no hint of the administration’s bias toward Britain. Of the notorious British propaganda document luridly detailing the nonexistent German atrocities in Belgium, he writes: «It is true that in the light of postwar investigation the veracity of some of the deeds instanced in the Bryce Report has come into question» (p. 462). (On the Bryce Report, see Peterson, Propaganda, pp. 53-58, and Phillip Knightley, The First Casualty [New York: Harcourt Brace Jovanovich, 1975], pp. 83–84.) Ferrell’s account could itself pass muster as somewhat refined Entente propaganda. Lest American college students miss the moral of his story, he ends with the assertion: «It was certainly in the interest of national security to go to war … logic demanded entrance.»

[6] Devlin, Too Proud to Fight, pp. 193, 195.

[7] The British historian Arthur Bryant, writing in 1940, put the figure even higher, at 800,000 for the last two years of the blockade, «about fifty times more than were drowned by submarine attacks on British shipping.» Cited in J.F.C. Fuller, The Conduct of War, 1789–1961 (London: Eyre & Spottiswoode, 1961), p. 178.

[8] F.W. Wile, «The Huns of 1940,» Weekly Dispatch, September 8,1918. Vincent notes that he is citing the article from a book published in Stuttgart in 1940.

[9] Peter Loewenberg, «The Psychohistorical Origins of the Nazi Youth Cohorts,» American Historical Review 76, no. 5 (December 1971): 1457–502. Loewenberg writes, for instance:

The war and postwar experiences of the small children and youth of World War I explicitly conditioned the nature and success of National Socialism. The new adults who became politically effective after 1929 and who filled the ranks of the SA and the other paramilitary party organizations … were the children socialized in the First World War. (p. 1458)

[10] Ibid., p. 1499.

[11] The leading advocate of socialization in Germany after the war was Emil Lederer, whose remarks about Gemeinschaft and Gesellschaft were cited previously. He denied, however, that the socialized economy would be more productive than capitalism. See Karl Pribram, A History of Economic Reasoning (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1983), p. 382.

[12] The recent debate among German economic historians on this question is discussed in Jürgen von Kruedener, «Die Überforderung der Weimarer Republik als Sozialstaat,» Geschichte und Gesellschaft 11, no. 3 (1985): 358-76.

[13] Historiker- «Streit.» Die Dokumentation der Kontroverse um die Einzigartigkeit der nationalsozialistischen Judenvernichtung (Munich: Piper, 1987).

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TRADUCCIóN AL CASTELLANO:

Los estados a lo largo de la historia han persistido en dificultar severamente e incluso prohibir el comercio internacional. Sin embargo, casi nunca las consecuencias de dicho intento (tanto en los resultados evidentes inmediatos como probablemente en los de largo plazo) pueden haber sido tan devastadoras como en el casi del bloqueo naval aliado (realmente británico) a Alemania en la Primera Guerra Mundial. Este bloqueo de hambre pertenece a la categoría de las atrocidades estatales olvidadas del siglo XX. (Igualmente, ¿quién recuerda hoy a las decenas de biafreños muertos por hambre durante la guerra de independencia por la política de los generales nigerianos apoyados por el gobierno británico?) Así, C. Paul Vincent, un veterano historiador y actualmente director de la biblioteca, en el Keene State College en New Hampshire, merece nuestra gratitud por traerlo a la memoria en este estudio erudito y equilibrado.
Vincent recrea eficazmente la atmósfera de júbilo que rodeó al estallido de la guerra que fue en realidad el hito funesto del siglo XX. Mientras que los alemanes estaban poseídos por un sentido casi místico de comunidad (el economista Emil Lederer declaraba que ahora la Gesellschaft [sociedad] se había transformado en Gemeinschaft[comunidad]), los británicos se entregaban a propia forma patentada de hipocresía. El socialista y utópico positivista H.G. Wells, por ejemplo, decía efusivamente: “Me encuentro entusiasmado por esta guerra contra el militarismo prusiano. (…) Toda espada que se empuñe contra Alemania, es una espada que se empuña por la paz”. Well acuñó más tarde el falso lema: “la guerra para acabar con la guerra”.
Mientras continuaba el conflicto, el actual estado socialista que se había venido construyendo durante décadas se desbordó con masivas intrusiones del gobierno en todas las facetas de la sociedad civil, especialmente en la economía. El Kriegssozialismusalemán que se convertiría en un modelo para los bolcheviques en su ascenso al poder es bien conocido, pero, como apunta Vincent: “los británicos alcanzaron un control sobre toda la economía sin parangón con ningún otro estado beligerante”.
En todas partes la apropiación del poder social por el estado estaba acompañada y estimulada por labores de propaganda sin precedentes en la historia. A este respecto, los británicos tuvieron mucho más éxito que los alemanes y su magistral retrato de los “hunos”como diabólicos enemigos de la civilización, perpetradores de todo tipo de“horror” imaginable,[1]servía para enmascarar el peor ejemplo de barbarie de toda la guerra, aparte de las masacres armenias.
A éste lo llama abiertamente Lord Devlin, “la política del hambre”, dirigida contra los civiles de las Potencias Centrales (particularmente Alemania),[2] el plan que se dirigía, como admitía Winston Churchill, Primer Lord del Almirantazgo en 1914 y uno de los redactores del plan, a “hacer pasar hambre a toda la población (hombres, mujeres y niños, jóvenes y viejos, heridos y sanos) para que se rinda”.[3]
La política británica contradecía el derecho internacional en dos puntos principales.[4]Primero, respecto del carácter del bloqueo, violaba la Declaración de París de 1856, que había firmado la propia Gran Bretaña y que, entre otras cosas, permitía bloqueos “cercanos”, pero no “distantes”. Se permitía a un beligerante estacionar buques cerca del límite de las tres millas para detener el tráfico con puertos enemigos; no se permitía sencillamente declarar áreas de alta mar que incluyeran las aproximaciones a la costa enemiga fuera de esos límites.
Eso es lo que hizo Gran Bretaña el 3 de noviembre de 1914, cuando anunció, supuestamente en respuesta al descubrimiento de un barco alemán desplegando minas cerca de la costa inglesa, que desde entonces todo el Mar del Norte era área militar, que podía minarse y en la que los barcos neutrales actuarían “bajo su propio riesgo”. Medidas similares respecto del Canal de la Mancha aseguraban que los barcos neutrales se vieran obligados a arribar a puertos ingleses para recibir instrucciones de navegación o recoger pilotos ingleses. Durante este periodo podían ser revisados, evitando el requisito de buscarlos en alta mar.
Eso introduce la segunda y aún más compleja cuestión: la del contrabando. En pocas palabras, siguiendo el camino de la Conferencia de La Haya de 1907, la Declaración de Londres de 1909 consideraba que la comida era “contrabando condicional”, es decir, estaba sujeta a intercepción y captura solo cuando s dirigía al uso de las fuerzas militares del enemigo. Esto era parte del meticuloso trabajo, extendido durante generaciones, de quitar a la guerra sus aspectos más salvajes estableciendo una clara distinción entre combatientes y no combatientes. Entre los corolarios de esto estaba que la comida que no tuviera un uso militar podía transportarse legítimamente a un puerto neutral, incluso si acabara llegando al territorio enemigo. La Cámara de los Lores había rechazado dar su consentimiento a la Declaración de Londres, que, en consecuencia, no tenía vigencia plena. Aún así, como apuntó el gobierno de EEUU al británico al inicio de la guerra, las provisiones de la declaración en general seguían “los principios generalmente reconocidos del derecho internacional”. Como una indicación de esto, el almirantazgo inglés había incorporado la Declaración a sus manuales.
Los británicos empezaron pronto a apretar el dogal alrededor de Alemania expandiendo unilateralmente la lista del contrabando y presionando a los neutrales (especialmente a Holanda, ya que Rotterdam, más que ningún otro puerto, era el foco de las preocupaciones inglesas respecto del aprovisionamiento de los alemanes) para que consintieran sus violaciones de las leyes. En el caso del neutral más importante, Estados Unidos, no hizo falta ninguna presión. Con la excepción del atribulado secretario de estado, William Jennings Bryan, que dimitió en 915, los líderes estadounidenses fueron asombrosamente simpatizantes con el punto de vista británico. Por ejemplo, después de escuchar las quejas del embajador austriaco sobre la legalidad del bloqueo británico, el coronel House, el íntimo asesor de Wilson en asuntos exteriores, apuntaba en su diario: “Olvida añadir que Inglaterra no está ejercitando su poder de una forma objetable, pues está controlada por una democracia”.[5]
Los alemanes respondieron al intento británico rendirles por hambre declarando a los mares alrededor de las Islas Británicas como “zona de guerra”. Entonces los británicos anunciaron abiertamente su intención de incautarse de todos y cada uno de los bienes originados o en camino hacia Alemania. Aunque a las medidas británicas se les dio el aspecto de represalias por las acciones alemanas, en realidad el gran plan se habría urdido y realizado independientemente de cualquier cosa que hiciera o dejara de hacer el enemigo:
Las Órdenes de Guerra del Almirantazgo del 26 de agosto [de 1914] eran muy claras. Iba a capturarse toda la comida consignada a Alemania a través de puertos neutrales e iba a considerarse que toda la comida consignada a Rotterdam estaba consignada a Alemania. (…) Los británicos estaban determinados en su política del hambre, fuera ajustada a derecho o no.[6]
Los efectos del bloqueo se sintieron pronto entre los civiles alemanes. En junio de 1915, el pan empezó a estar racionado. “En 1916”, dice Vincent, “la población alemana sobrevivía con una mísera dieta de pan negro, rodajas de salchichas sin grasa, una ración individual de tres libras de patatas por semana y nabos” y en ese año se perdió la cosecha de patatas. La elección del autor de contar citas de testigos oculares para llevar al lector la realidad de una hambruna como no se había experimentado en Europa fuera de Rusia desde las tribulaciones irlandesas de la década de 1840. Como decía un alemán: “Pronto las mujeres que esperaban en las pálidas colas hablaron más del hambre de sus hijos que de la muerte de sus maridos.
Un corresponsal estadounidense en Berlín escribía:
Una vez salí con el propósito de encontrar en estas colas de comida una cara que no mostrara los estragos del hambre. (…) Inspeccioné con cuidado cuatro largas colas. Pero entre los 300 buscadores de comida no había nadie que hubiera tenido suficiente para comer durante semanas. En el caso de las mujeres y niños más jóvenes, la piel se había pegado a los huesos y no tenía sangre. Los ojos se habían hundido en las cuencas. Había desparecido todo el color en los labios, y los mechones de pelo que caían sobre las caras apergaminadas parecían lacios y famélicos (una señal de que el vigor nervioso del cuerpo desaparecía con la fortaleza física).
Vincent pone la decisión alemana de principios de 1917 de reanudar y extender la guerra submarina contra la marina mercante (que proporcionó a la administración Wilson su pretexto final para entrar en guerra) en el marco del desmoronamiento de la moral alemana. La campaña de los U-boat alemanes resultó un fracaso y, de hecho, al hacer entrar a Estados Unidos en el conflicto, agravó la hambruna.
“Wilson garantizó que se cerrara toda laguna jurídica dejada abierta por los aliados (…) incluso la importación de alimentos por los neutrales se prohibió hasta diciembre de 1917”. Las raciones en Alemania se redujeron a alrededor de mil calorías por día. En 1918, la tasa de mortalidad entre los civiles en un 38% mayor que la de 1913, proliferaba la tuberculosis y, entre los niños, también el raquitismo y los edemas. Aún así, cuando los alemanes se rindieron en noviembre de 1918, los términos del armisticio, redactados por Clemenceau, Foch y Pétain, incluían la continuación del bloqueo hasta que se ratificara el tratado final de paz.
En diciembre de 1918, la Oficina de Salud Nacional en Berlín calculaba que 763.000 personas habían muerto hasta entonces como consecuencia del bloqueo: la cifra adicional a ésta en los primeros meses de 1919 se desconoce.[7] En algunos aspectos, el armisticio supuso la intensificación del sufrimiento, ya que la costa alemana del Báltico estaba ahora efectivamente bloqueada y anulados los derechos de pesca en el Báltico.
Uno de los puntos más notables en la explicación de Vincent es cómo la perspectiva de una guerra “zoológica”,luego asociada con los nazis, empezó a aparecer en la vorágine del odio étnico engendrado por la guerra. En septiembre de 1918, un periodista inglés, en un artículo titulado “Los hunos de 1940”, escribía con optimismo de las decenas de miles de alemanes ahora en los vientres de mujeres famélicas que “están destinados a una vida de inferioridad física”.[8] El“famoso fundador de los boy-scouts, Robert Baden-Powell, expresaba ingenuamente su satisfacción de que la raza alemana fuera arruinada: aunque la tasa de natalidad, desde el punto de vista alemán, pueda parecer satisfactoria, el daño irreparable producido es bastante distinto y mucho más serio”.
Frente a las fantasías genocidas de esos pensadores y el despiadado rencor de los políticos de la Entente deberían considerarse los angustiosos reportajes de periodistas y, especialmente, oficiales británicos del ejército desde Alemania, así como de miembros de la American Relief Commission de Herbert Hoover. Una y otra vez destacaban, aparte de la barbarie del continuo bloqueo, el peligro de que la hambruna bien puedira empujar a los alemanes hacia el bolchevismo. Hoover se vio en seguida convencido de la urgente necesidad de acabar con el bloqueo, pero las disputas entre los aliados, particularmente la insistencia francesa en que las existencias de oro no podrían usarse para pagar alimentos, pues estaban destinadas a las indemnizaciones, impidieron actuar.
A principios de marzo de 1919, el general Herbert Plumer, comandante del Ejército Británico de Ocupación, informaba al Primer Ministro Lloyd George que sus hombres demandaban volver a casa: ya no podían soportar la vista de “hordas de niños flacos e hinchados buscando entre los desperdicios” de los campos británicos. Por fin, estadounidenses y británicos superaron las objeciones francesas y a finales de marzo, empezaron a llegar los primeros cargamentos de comida a Hamburgo. Pero solo fue en julio, después de la firma formal alemana del Tratado de Versalles, cuando se permitió a los alemanes importar materias primas y exportar bienes manufacturados.
Aparte de los efectos directos del bloqueo británico, hay posibles efectos indirectos y mucho más dañinos a considerar. Un niño alemán que tuviera 10 años en 1918 y sobreviviera, tendría 22 en 1930. Vincent plantea la pregunta de si las miserias y sufrimientos por el hambre en Alemania en los primeros años de formación contribuyen a explicar en alguna medida el entusiasmo de la juventud alemana por el nazismo posterior. Partiendo de un artículo de 1971 de Peter Loewenberg, argumenta positivamente.[9]Sin embargo, la obra de Loewenberg es una especie de psicohistoria y sus conclusiones se basan explícitamente en la doctrina psicoanalítica.
Aunque Vincent no las apoye sin reservas, se inclina a explicar el comportamiento posterior de la generación de niños alemanes marcados por los años de la guerra en términos de dificultades emocionales o nerviosas para pensar racionalmente. Así, se refiere a “la ominosa amalgama de emoción retorcida y degradación física, que iba a presagiar una considerable miseria para Alemania y el mundo” y que fue producida en buena medida por la política de hambre.
¿Pero es necesaria una aproximación así? Parece perfectamente factible buscar las conexiones que median entre la exposición al hambre (y los demás tormentos causados por el bloqueo) y el posterior comportamiento fanático y brutal en actitudes humana comúnmente comprensibles (aunque, por supuesto, no por eso justificables) generadas por experiencias anteriores. Estas actitudes incluirían el odio, una profunda amargura y resentimiento y un desprecio por el valor de la vida de “otros”,porque el valor de la “propia” vida hubiera sido despreciado tan despiadadamente.
Un punto de partida para un análisis así podría ser la obra de Theodore Abel de 1938, Why Hitler Came into Power: An Answer Based on the Original Life Stories of Six Hundred of His Followers. La conclusion de Loewenberg después de estudiar esta obra es que “el más sorprendente afecto emocional expresado en las autobiografías de Abel son los recuerdos de adultos de la intensa hambre y privaciones de la infancia”.[10]Una interpretación que pondría al bloqueo del hambre en su lugar apropiado en la aparición del salvajismo nazino tiene ninguna necesidad particular de un fundamento psicoanalítico o fisiológico.
De vez en cuando, las opiniones de Vincent en temas marginales a éste son lamentablemente estereotipadas: parece aceptar una interpretación extrema de la escuela de Fischer de la culpabilidad del origen de la guerra como atribuible solo al gobierno alemán y, respecto de la fortuna de la República de Weimar, dice: “Que Alemania perdiera su oportunidad es una de las tragedias del siglo XX. (…) demasiado a menudo los viejos socialistas parecieron casi aterrorizados ante la socialización”.
El tópico de que si se hubiera socializado la industria pesada en 1919 la democracia alemana podía haberse salvado, nunca fue muy convincente.[11]Cada vez resulta serlo menos ya que la investigación empieza a sugerir que fue precisamente el sistema de Weimar de intervención masiva del estado en los mercados laborales y la extensión de las instituciones del estado del bienestar (el más “progresista” de su tiempo) el que debilitó la economía alemana que se desplomaba ante la Gran Depresión.[12]Este desplome, particularmente el asombroso desempleo que lo acompañó, ha sido considerado desde hace mucho por los investigadores como la mayor causa del ascenso nazi al poder en 1930-33.
Son sin embargo, puntos mínimos a la vista del servicio que ha proporcionado Vincent tanto el rescatar del olvido a las víctimas de una política asesina de estado y en profundizar en nuestra comprensión de la historia europea del siglo XX. Se ha producido recientemente en la República Federal de Alemania una “lucha de historiadores”sobre si la matanza nazi de judíos europeos debería considerarse como “única” o ubicarse dentro del contexto de las matanzas masivas, en concreto las atrocidades estalinistas contra el campesinado ucraniano.[13] La obra de Vincent sugiere la posibilidad de que el marco de la discusión tendría que ampliarse más de lo que haya propuesto hasta ahora cualquiera de los participantes.
Ralph Raico es miembro senior del Instituto Mises. Es profesor de Historia Europea en el Buffalo State College y especialista en la historia de la libertad, la tradición liberal en Europa y la relación entre la guerra y al aumento del estado. Es autor de The Place of Religion in the Liberal Philosophy of Constant, Tocqueville, and Lord Acton.Puede estudiarse la historia de la civilización bajo su guía aquí: en MP3-CD y en casete.
Esta reseña se publicó por primera vez en la Review of Austrian Economics 3, nº 1.
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NOTA de Tresmontes: La versión en lengua española del post publicado por
Ludwig von Mises Institute la hemos tomado del blog FILOSOFÍA CRíTICA.

la sexualidad en la Hélade (II)

13 enero 2012

pág. 28:

¿Dónde está, pues, el problema griego? El problema está en que:

• Los griegos, particularmente los de herencia jonia (como los atenienses), quienes estaban más influidos por las costumbres orientales, tendían a «recluir» mucho a sus mujeres y apartarlas de la vida pública, suprimiendo la imagen femenina, cosa que fue bastante bien satirizada por el historiador Indro Montanelli. Esta situación, como digo, no era panhelénica, ya que en Esparta las mujeres tenían una libertad realmente notable, pero, en todo caso, los vínculos personales más fuertes solían darse entre hombres, como veremos ahora.

• Los griegos ―y en esto coincidían todos― admiraban la belleza sin importar dónde se manifestase ésta, fuese en hombres ó en mujeres, pero de ahí a que tradujesen siempre tal atracción en actos sexuales hay un buen trecho, como veremos después.

  En un pueblo que daba tanta importancia al entrenamiento deportivo, al combate y a la camaradería, era normal que, en el seno de aventuras y grandes batallas lejos del hogar, se forjasen vínculos extremadamente profundos entre hombres, vínculos raramente comprendidos por una sociedad pacifista, afeminada y sedentaria como la nuestra, pero que en todo caso no iban más allá de una sólida hermandad, la propia de toda männerbund. A pesar de la enorme importancia que tenía la relación maestro-discípulo en Grecia, y de que, a no dudarlo, con el advenimiento de la decadencia algunas de estas relaciones quizás degeneraron en hoxualidad, enseguida veremos que no pocos Estados tomaron medidas para salvaguardar la sacralidad de esta institución educativa y espiritual.

• Hoy en día el ideal de belleza del imaginario colectivo es la mujer de treinta y tantos años (lo cual no convierte en «lesbianas«[tribades] a todas las mujeres), en Grecia el ideal de belleza era el muchacho que se hallaba entre la adolescencia y la madurez, porque se consideraba que era el único tipo humano que combinaba una vida de violento ejercicio al aire libre, con la salud de la juventud y la fuerza de la masculinidad.

• Los vocablos griegos para designar al maestro iniciador y al joven iniciado que aspiraba a convertirse en hombre, eran respectivamente erastes y eromenos, lo cual, traducido literalmente, sería algo así como «amante» y «amado«. Sin embargo, como veremos enseguida, la mentalidad de la Antigüedad distinguía claramente entre el amor carnal y el amor platónico, y estas relaciones estaban fundamentadas en el segundo, considerado más elevado, más desinteresado, disociado de lo carnal, y más capaz de inculcar virtud y sabiduría. Y es que en Grecia se pensaba que un hombre joven necesitaba la tutela y el consejo de uno mayor para llegar a ser sabio en la vida o excelso en el deporte, en la caza y en el combate.

(CONTINUARÁ)

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Si existia un lugar donde la conducta disonante del sodomita» estaba mal vista, era sin duda en las asociaciones de cazadores y soldados del pasado remoto (llamadas männerbunden en alemán), donde el trabajo en equipo, la hermandad, el deber y la camaradería del honor predominaban sobre los instintos individuales, los cuales se descargaban en combate o con mujeres, a menudo capturadas y tomadas por la fuerza. El mejor documento para familiarizarse con la mentalidad, la psicología y el modo de vida de una männerbund del pasado, es sin duda la «Ilíada» de Homero, gran epopeya por excelencia del mundo griego, y donde se relatan tradiciones que se remontan al mismísimo Paleolítico. (pág. 31).

la sexualidad en la Helade y las mentiras «modernas» sobre la Antigüedad

3 enero 2012

En un blog titulado EUROPA SOBERANA se publicó íntegramente un libro de los que no se distribuyen en librerías. Su título es «El míto de la homosexualidad en la Antigua Grecia» y su autor firma como Eduardo Velasco.  Se puede leer en esta dirección de internet:

http://europa-soberana.blogia.com/2011/062406–homosexualidad-en-la-antigua-grecia-el-mito-se-esta-derrumbando.php

Nota de TRESMONTES7:

No es casual que este blog tenga como título tresmontes7 / URANIA.

Urania es la diosa celeste que simboliza el amor en su significado más noble y espiritual. Su imágen está entre las siguientes arriba  expuestas y que paso a describir: 1) Soldados griegos.- 2) Afrodita,- 3) Apolo y Dafne, del escultor alemán Arno Brecker.- 4) Demóstenes,- 5) Gea,. 6) PLatón,- 7) Proserpina,- 8) Sapho,- 9) URANIA,- 10) soldados griegos,- 11) Soldados alemanes izan la bandera de la Swastika  por considerarse depositarios del legado griego,- 12) la Familia europea, obra artística de Wolfgang Willrich.

Miremos hacia Arriba… Volemos Alto…

30 May 2011

Cuanto más alto se vuela… nos encontramos con Espacios más  Abiertos… y con muy pocas Almas gemelas…  Esta idea me la ha sugerido mi diario deambular entre grises y obscuras multitudes de gentes amorfas, masa informe entre la cual, como una joya entre la arena, a veces brilla un Alma superior, bella, espiritual, altiva y que, por eso mismo sufre secretamente ante la devastación circundante.

Algo parecido ocurre en la blogsfera: Entre millones de blogs sin brillo especial, a veces se descubre una joya: Alguien muy sensible, con penetrante y sutil inteligencia  observa y además describe verdades por muy poca gente apercibidas. En esta ocasión he seleccionado un blog que es continuación de otro que ha  dejado de publicarse. El último post dice así:

Mi apellido es francés y puedo pasar por un blanco ibérico; aunque no por alguien con piel tan blanca como la de un ario o anglosajón. No obstante, un insólito hallazgo sobre la dilución demográfica tanto de blancos mediterráneos como de nórdicos transformó mi vida interna. Me refiero a la importación masiva de no caucásicos a Occidente. Tal reemplazo de población amenaza de extinción a los especímenes más bellos de Homo sapiens, como aquellas en la obra maestra de Maxfield Parrish en tiempos más civilizados.

Visualicemos en nuestra mente la situación actual en un diagrama de pie. La raza blanca cubría más del 30 por ciento de la población mundial cuando nació mi abuela. Nuestra generación, resultado de la llamada liberación sexual de los años sesenta, se redujo al 15 por ciento y la tendencia es que nos encogeremos al 5 por ciento. El invierno demográfico de la gente de mi grupo étnico es un tema censurado en los medios de comunicación. Entender el tabú me movió a subir una cantidad de entradas en mi blog en inglés, The West’s Darkest Hour.

El reemplazo de población que actualmente se perpetra en Europa, Norteamérica y Australia es la mayor traición en toda la historia de las elites contra su pueblo. Tal política migratoria a la par de nuestra suicida tasa demográfica se debe a una ideología que se ha adueñado de la cultura occidental, la cual muchos llaman “marxismo cultural” aunque prefiero el nombre antiguo, “liberalismo”.

Lo leído hasta la fecha en los blogs de los críticos del liberalismo me ha hecho ver que, a menos de que nos secesionemos para crear un Estado étnico dentro de los Estados Unidos, o de que expulsemos a los millones de migrantes de Europa, nos conducimos irremediablemente a la extinción.

Dado que combatir semejante traición requiere de cada onza de nuestra energía, el tema del maltrato a la infancia, que tantos años me costó entender, ha pasado a segundo plano. Eso no significa que me haya olvidado de lo que originalmente me motivó a escribir. Significa que de ahora en adelante lo que escriba tendrá como punto de partida la hora más oscura de Occidente: más oscura incluso que la caída del Imperio Romano ya que nuestro grupo étnico no estuvo entonces amenazado de extinción.

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Fuente:  http://nacionalismocriollo.wordpress.com/

8 gigantes que defendieron Europa…hace miles de años

24 May 2011

Las 8 Torres evocan las 2 Torres que relata Tolkien en su grandiosa obra «El Señor de los Anillos». Estas construcciones ciclópeas nos hablan de una civilización destruida por el fuego infernal del fósforo y del azúfre, tragedia que ocurrió hace miles de años… aunque los documentos recojan una datación correspondiente al período comprendido entre los años 1940 y 1944…

… Alte Kameraden…

10 marzo 2011

ZEHNTAUSEND MANN; ERIKA (Stereo)

Wernesgrüner Blasmusikanten – Alte Kameraden 2011

https://www.youtube.com/watch?v=-ai6DCuH-OM

https://youtu.be/-ai6DCuH-OM

investigador de nuestros ancestros celtas (via fuegofrío es Y R A N I A)

10 marzo 2011

El blog titulado «Las crónicas de Juán Fernández Krohn», tiene la particularidad de representar un catolicismo entre tradicional e independiente, y por ser de una ideología que podríamos calificar de «no conformista» con el desorden pseudodemocrático que se pretende vivir hoy en Europa, merece ser conocido. En esta ocasión, es toda una aportación redescubrir las raices célticas y germánicas de gran parte de la población española, tema casi tabú y clandestino… pues, por el lado contrario, estamos saturados de propaganda que los enemigos de España y de Europa pretenden vincularnos con Africa y lo semítico.

investigador de nuestros ancestros celtas Copio y resumo una interesante entrada del blog de Juan Fernández Krohn: http://blogs.periodistadigital.com/juanfernandezkrohn.php/2011/03/07/el-foro-asturias-y-la-antropologia-facha

He tenido una «aparición» este fin de semana y no de la virgen de Fatima -comparaciones odiosas-sino de una figura olvidada y enterrada en la memoria de los españoles de hoy, vieja gloria de la universidad española de la posguerra que no fue el desierto cultural que … Read More

via fuegofrío es Y R A N I A

el «Sanedrín», culpable de «deicidio»

3 marzo 2011

 Dios, es decir el Padre Eterno, en su liberalidad, permite la existencia de los soberbios ó petulantes hombres que se autocalifican de «ateos» y otros, de «creyentes»… Digo esto porque se supone que a Dios no le afecta lo que piensen los hombres.  Ocurre que los hombres no podemos dejar de pensar desde un punto de vista antropocéntrico…  Y dentro del género humano, cada pueblo, nación, raza ó comunidad se supone que se considera el centro de la «Humanidad». Por supuesto que la «humanidad», como entidad, no existe y por consiguiente no existen «delitos contra la humanidad», dado que los supuestos delincuentes también son parte de esa «humanidad»…  Y, sin embargo, al pueblo judío se le ha calificado como «enemigo de la Humanidad»… Incluso se le ha llamado «pueblo deicida»…

Hasta que el Papa felizmente reinante, Benedicto XVI, ha puntualizado este extremo en el segundo tomo de su libro sobre «Jesús de Nazareth». El culpable de la muerte de Jesús no habría sido «todo el pueblo judío» sino sólo su cúpula dirigente  sacerdotal. Es evidente que a la pregunta de Pilatos de a quién hay que liberar si a Jesús ó  a Barrabás sólo respondió la multitud allí presente gritando «Crucificadle!».  Ahora bién, lo decisivo es que Jesús fue llevado ante Pilatos como consecuencia de la condena del Sumo Sacerdote, es decir por el Sanedrín. La cuestión a dilucidar es si esta condena fué hecha o no en nombre de todo el pueblo judío… Y todavía más importante es considerar si los judíos de hoy asumen o no la condena a muerte emitida por el Sumo Sacerdote Caifás.

Así pues que el Papa Benedicto XVI proclame hoy que Jesús no era un líder político revolucionario y que sólo fue condenado por la «aristocracia» de la Sinagoga, no parece ser una novedad.

Por el contrario, en www.radiocristiandad.wordpress.com opinan que a los judíos se les ha «exonerado» del crímen de «deicidio»:

(RadioCristiandad ironiza): PUESTO QUE A LOS JUDÍOS NO LES GUSTAN ALGUNOS VERSÍCULOS DE LOS EVANGELIOS, …HABRÁ QUE QUITARLOS…

Partes del Evangelio consideradas “antisemitas”

LA GRAN FRASE QUE HAY DE DESTERRAR: SAN MATEO 27, 25

Y todo el pueblo respondió: «¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!»

A esto el pontífice señala que, cuando en el Evangelio de Mateo se habla de que “todo el pueblo” pidió la crucifixión de Cristo, “no se expresa un hecho histórico”.

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No se trata de una revisión exhaustiva (ya tendremos tiempo de hacerlo) pero los siguientes pasajes deberán tener “tratamiento urgente”:

En el Evangelio de San Marcos, hay aproximadamente 40 versículos de “polémica difamatoria antijudía”.

3, 6          Se dice que los fariseos se confabulan para eliminar a Jesús
7, 6-13   Se condena a los fariseos por transgredir los mandamientos
8, 15       Cuidarse de la levadura de los fariseos
10, 2-5  Se dice que los fariseos son duros de corazón
14, 55-65 Los sumos sacerdotes y el sanedrin deciden que Jesús merece la muerte
15, 1-15 La multitud exige que Jesús, y no Barrabás, sea crucificado

En el Evangelio de San Mateo hay aproximadamente 80 versículos de “polémica difamatoria antijudía”:

3, 7c Se llama a los fariseos y saduceos “raza de víboras”
12, 34 a Se llama a los fariseos “raza de víboras”
15, 3-9 Se condena a los fariseos por transgredir los mandamientos
15, 12-14 Se dice que los fariseos son ciegos que guían a otros ciegos
16, 6 Cuidarse de la levadura de los fariseos y los saduceos
19, 3-9 Se dice que los fariseos son duros de corazón
19, 28 Los discípulos de Jesús juzgarán a las doce tribus de Israel
22, 18c Se llama “hipócritas” a los fariseos
23, 13-36 Se califica repetidamente de hipócritas a los escribas y fariseos
23, 38 La casa de Jerusalén quedará desierta
26, 59-68 Los sumos sacerdotes y el sanedrin deciden que Jesús merece la muerte
27, 1-26 El pueblo exige que Jesús, y no Barrabás, sea crucificado
27, 62-66 Los sumos sacerdotes y los fariseos piden que el sepulcro de Jesús sea custodiado
28, 4 Los guardias tiemblan y quedan como muertos al ver al ángel
28, 11-15 El sumo sacerdote soborna a los guardias para que mientan

En el Evangelio de San Lucas, hay aproximadamente 60 versículos de “polémica difamatoria antijudía”:

3, 7c Se llama a la multitud “raza de víboras”
4, 28-30 Los miembros de la sinagoga de Nazareth intentan matar a Jesús
7, 30 Se dice que los fariseos frustran el designio de Dios
11, 39-54 Se condena repetidamente a los fariseos y a los doctores de la Ley
12, 1b Cuidarse de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía
13, 14-17 El jefe de la sinagoga es condenado como hipócrita
13, 35a La casa de Jerusalén quedará vacía
22, 63-71 Los sumos sacerdotes y el sanedrin deciden que Jesús merece la muerte
23, 1-25 El pueblo exige que Jesús, y no Barrabás, sea crucificado

En el Evangelio de San Juan, hay aproximadamente 130 versículos de “polémica difamatoria antijudía”:

5, 16-18  – Se dice que los judíos perseguían a Jesús y querían matarlo
5, 37b-47  – Se dice que la palabra de Dios y el amor de Dios no están en los judíos
7, 19-24  – Se dice que ningún judío cumple (lo que dice) la Torah
7, 28d  – Se dice que los judíos no conocen a Aquel que envió a Jesús
8, 13-28  – Se dice que los fariseos no conocen ni a Jesús ni al Padre
8, 37-59  – Se dice que los judíos son descendientes de su padre, el demonio
9, 13-41  – Se condena a los fariseos y demás judíos como culpables
10, 8  – Se dice que los judíos son ladrones y asaltantes
10, 10a  – Se alude a los judíos diciendo que roban, matan y destruyen
10, 31-39  – Se dice que los judíos tomaron piedras para arrojarlas a Jesús
11, 53  – Se dice que los judíos deciden dar muerte a Jesús
11, 57  – Se dice que los sumos sacerdotes y los fariseos querían prender a Jesús
12, 10  – Se dice que los sumos sacerdotes planean matar también a Lázaro
12,36b-43  – Se dice que la mayoría de los judíos prefiere la gloria de los hombres a la gloria de Dios
16, 2-4  – (Los judíos que) matan a los discípulos de Jesús pensarán que dan tributo a Dios
18, 28-32  – Los judíos piden a Pilato que sentencie a muerte a Jesús
18,38b-40 –  Los judíos piden que Jesús, y no Barrabás, sea crucificado
19, 4-16  – Los judíos insisten a Pilato para que Jesús sea crucificado

En los Hechos de los Apóstoles, hay aproximadamente 140 versículos de “polémica difamatoria antijudía”, incluidos en 20 de los 28 capítulos de ese documento:

2, 23b  – Pedro dice a los hombres de Israel que ellos crucificaron a Jesús
2, 36b  – Pedro repite a los hombres de Israel que crucificaron a Jesús
3,13b-15a  – Pedro dice a los hombres de Israel que mataron al autor de la vida
4, 10a  – Otra vez dice Pedro a los hombres de Israel que mataron a Jesús
5, 30b  – Pedro dice a los miembros del sanedrin que ellos mataron a Jesús
6, 11-14  – Se dice que algunos judíos acusaron falsamente a Esteban
7, 51-60  – Esteban condena a los judíos por traicionar y matar a Jesús
9, 1-2  – Se dice que Pablo planea arrestar a los discípulos de Jesús
9, 23-25  – Se dice que los judíos conspiran para matar a Pablo
9, 29b  – Los judíos helenistas también traman matar a Pablo
12, 1-3a  – Los judíos se alegraron cuando Herodes mató a Santiago
12, 3b-4  – Herodes detiene a Pedro también para complacer a los judíos
12, 11  – Se dice que Pedro se enteró de que los judíos querían matarlo
13, 10-11  – Pablo condena al judío Elimas como hijo del diablo
13, 28-29a  – Los judíos pidieron a Pilato que crucificara a Jesús
13, 38d  – Se dice que los judíos no pueden lograr la justificación por la Ley
13, 45-46  – Se dice que los judíos contradecían a Pablo
13, 50-51  – Se dice que los judíos incitan a perseguir a Pablo y Bernabé
14, 1-6  – Judíos se oponen a Pablo y Bernabé, e intentan apedrearlos
14, 19-20  – Judíos apedrearon a Pablo y creen haberlo matado
17, 5-9  – Judíos promovieron disturbios para detener a Pablo y Silas
17, 13 – Se dice que los judíos agitaron a la gente contra Pablo
18, 6  – Se dice que Pablo dijo a los judíos: “Vuestra sangre caiga sobre vuestras cabezas”
18, 12-17  – Se dice que los judíos presentan acusaciones contra Pablo
19, 13-19  – Se condena a los exorcistas judíos
21, 27-36  – Se muestra a los judíos prendiendo a Pablo e intentando matarlo
22, 4-5  – Pablo dice que anteriormente había perseguido a los cristianos
23, 2-5  – Se dice que Pablo condenó al sumo sacerdote por golpearlo
23, 12-22  – Los judíos se prometen no comer hasta haber matado a Pablo
23, 27-30  – Se dice que Pablo estuvo a punto de ser muerto por los judíos
24, 9  – Se dice que los judíos acusaron a Pablo por muchos crímenes
25, 2-5  – Se dice que los judíos prepararon una celada para matar a Pablo
25, 7-11  – Los judíos seguían presentando acusaciones contra Pablo
25, 15-21  – Se dice que los judíos seguían hablando contra Pablo
25, 24  – Se dice que todos los judíos gritaban que se debía matar a Pablo
26, 21  – Se dice que los judíos detuvieron a Pablo y trataron de matarlo
28, 25-28  – Pablo condena a los judíos por no haber entendido nunca a Dios

===

Nota de URANIA: Algunos católicos tradicionalistas argumentan que las opiniones del Papa Benedicto XVI no son magisterio de la Iglesia, dado que la teoría de la responsabilidad colectiva se basa en la cita evangélica de: ”Caiga su sangre sobre nosotros y nuestros hijos……”

RELECTURA DE «LA GRAN NACIÓN» DE JEAN THIRIART (via Jean Thiriart)

16 noviembre 2010

un libro que deberían leer todos los europeos del Continente y también los de ulttramar…es decir,
las personas que siendo de ascendencia europea viven en América, Oceanía, Africa o Asia

POR UNA EUROPA LIBRE RELECTURA DE «LA GRAN NACIÓN» DE JEAN THIRIART de Adriano Scianca de Orion 236, mayo 2004; y la Nazione Eurasia diciembre 2004 La cultura no conformista europea posterior a 1945 presenta pocas figuras verdaderamente fundamentales. Una de éstas es seguramente Jean Thiriart, distinguido padre del europeismo nacional revolucionario. Thiriart ha contribuido de forma esencial en la formulación de los temas centrales de nuestra vis … Read More

via Jean Thiriart

histeria anti-«nazi» y desinformación…

26 octubre 2010

En medio de la histeria  anti-«nazi» que se vive en Alemania y en Europa, no sorprende que al presidente de la República de Chile le hayan criticado por escribir en el libro de visitantes ilustres de la Cancillería la célebre frase «Deutschland über alles» con la que empieza la letra del himno alemán… desde que fue creado en el año 1841…

Así, la agencia EFE publicaba el siguente despacho, que tomamos de euronews:

Berlín, 25 oct (EFE).- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó en el libro de oro de visitas de la Presidencia germana con una cita,considerada nazi, del antiguo himno alemán y que ha sido omitida del actual himno oficial.

El rotativo alemán “Süddeusche Zeitung” revela hoy que con motivo del desayuno con Christian Wulff el pasado sábado, con el que cerraba su visita a Alemania y su gira europea, Piñera se empeñó en escribir en el libro de visitas la frase “Deutschland über alles” (Alemania sobre todo), con la que comenzaba el viejo himno germano.

“¿Über alles?, ¿verdad?”, cita el diario a Piñera al preguntar al embajador de Chile, Jorge O’Ryan Schütz, al parecer ingenuamente, sobre la polémica frase, que el diplomático se ocupó de deletrearle.

Añade que el máximo mandatario alemán, que estaba a su lado, siguió la conversación entre Piñera y su embajador con asombro y embarazo, pero no pudo detener a su homólogo cuando escribía.

El rotativo destaca que la Presidencia alemana reaccionó diplomáticamente ante el incidente, subrayó que Piñera sólo quiso expresar algo positivo y señaló que el tema fue tratado posteriormente de manera discreta con el embajador chileno.

Fuentes presidenciales comentaron que la hoja con la embarazosa frase y firma de Piñera será eliminada del libro de visitas y que se ha solicitado al presidente chileno que escriba otro saludo para sustituir a la primera.

El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, (i), y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, enla Puerta de Brandenburgo, en Berlín, el pasado viernes 22 de octubre. EFE/Archivo


Hasta aquí la desinformación desinformativa.

Por nuestra parte, URANIA intenta explicar el porqué de la desinformación y de la ignorancia…:

Aquí está la primera estrofa del Himno:

1. Deutschland, Deutschland über alles,
Über alles in der Welt,
Wenn es stets zu Schutz und Trutze
Brüderlich zusammenhält,
Von der Maas bis an die Memel,
Von der Etsch bis an den Belt –
|: Deutschland, Deutschland über alles,
Über alles in der Welt. 😐 (bis)

Cuyo significado es:

1.   «Alemania, Alemania sobre todo,
sobre todo en el mundo,
así será si en la protección y la defensa.
siempre nos unimos como hermanos
Desde el Mosa hasta el Niemen,
Desde el Adigio hasta el Belt,
Alemania, Alemania sobre todo,
sobre todo en el mundo»

El  «über alles» no tiene la connotación supremacista que los Aliados quisieron darle en 1945: como lo prueba que la segunda estrofa del Deutschlandlied  canta loas a las «mujeres alemanas» y al «vino alemán» , así como a la canción y la comida  de Alemania, dado que el autor de la letra entendía el himno como un canto a la alegría,  algo así como el famoso himno «Asturias, patria querida», que hoy es himno oficial del Principado de Asturias… y que casi todos los españoles han cantado a coro cuando han tomado una copa de más…

No obstante, tras la derrota del Reich, los aliados quisieron imponer esta errónea  traducción:

«Alemania, Alemania, sobre todos
Sobre todos, en el mundo.»

Esta es la interpretación que se hizo para dar a entender que Alemania pretendía el dominio sobre todo el Planeta. En base a esa interpretación,  fue prohibida la primera estrofa.

El «über alles», en su significado real, expresa la voluntad de superar el regionalismo y crear una nación unida, por encima de separatismos y deprivilegios territoritoriales. Hay que tener presente que en 1841, Alemania  era un conglomerado de principados y reinos.
Por otra parte,  la razón de que la primera estrofa no esté dentro del himno actual se debe a que las fronteras a las que hace referencia fueron modificadas en 1945.

Después de 1989, con la llamada unificación de los dos estados alemanes, se acordó  que el Himno Nacional de Alemania estaría compuesto únicamente por la tercera estrofa, pero la realidad es que durante la el campeonato mundial de futbol, en Sudáfrica, … el primer verso  fue cantado por los alemanes y se colocaron banderas alemanas en lois balcones……
—————————–
Este es el resto del Himno:

2. Deutsche Frauen, deutsche Treue,
Deutscher Wein und deutscher Sang
Sollen in der Welt behalten
Ihren alten schönen Klang,
Uns zu edler Tat begeistern
Unser ganzes Leben lang.
|: Deutsche Frauen, deutsche Treue,
Deutscher Wein und deutscher Sang. :(bis)

3. Einigkeit und Recht und Freiheit
Für das deutsche Vaterland!
Danach laßt uns alle streben
Brüderlich mit Herz und Hand!
Einigkeit und Recht und Freiheit
Sind des Glückes Unterpfand.
|: Blüh’ im Glanze dieses Glückes,
Blühe, deutsches Vaterland. 😐 (bis)

(4. Deutschland, Deutschland über alles,
Und im Unglück nun erst recht.
Nur im Unglück kann die Liebe
Zeigen, ob sie stark und echt.
Und so soll es weiterklingen
Von Geschlechte zu Geschlecht:
|: Deutschland, Deutschland über alles,
Und im Unglück nun erst recht. 😐 (bis)

Nota de URANIA: Del excelente blog, especializado en la Segunda Guerra Mundial, Exordio, hemos tomado la versión original alemana del Deutschlandlied. Sobre el grado de analfabetismo político de algunos medios de comunicación… cabe decir que con fecha de hoy, 26 de octubre, los diarios de Madrid «El Mundo» y «La Gaceta»,  publican sin ningún comentario u observación el teletipo de EFE, el cual parece claro que tiene como finalidad  no tanto denunciar al NS (que también)  como desacreditar al Presidente de Chile, Sebastián Piñeira…, quizás porque es de «derecha»…, como inteligentemente señala blogbis.com : «El presidente chileno, como es de «derecha» (ohhh), tiene que mostrar que no es nazi, no sea cosa que lo confundan con el señor del bigotito.»,  comenta el blog argentino. Siendo que determinada prensa presume de ser de «derechas», tendrían que tratar de respaldar al Presidente Piñeira, el cual, para celebrar el éxito del rescate de los 33 mineros chilenos, ha hecho un gira por Europa.

leyes para «regular» a la naturaleza misma

1 octubre 2010


Los «intelectuales» de la «modernidad», ufanos en su soberbia creen posible no sólo «cambiar» la sociedad sino incluso «crear» un «hombre nuevo» y por supuesto modificar la misma topografía, e incluso la naturaleza de las cosas…

En todos esos intentos siempre han fracasada y seguirán fracasando, entre otras causas porque van contra la realidad.

Creo recordar que un «intelectual» marxista dijo  –y si no lo dijo, se comportó como si lo hubiera hecho– que si la «teoría del Partido» no se ajusta a la realidad objetiva…, lo que hay que hacer es modificar la realidad… Y en eso están,como comenta Daorino, tres  representantes de lo que podríamos llamar utopismo iluso, los mismos que encabezan las banderas de la «igualdad», de la contra-intolerancia y de la «diversidad» de opciones sexuales.

En este trio falta un representante del «pacifismo» ingenuo, el cual, empeñado en conseguir un mundo de «justicia infinita», de «paz permanente» y de «diálogo de civilizaciones», no se da cuenta de que, como se sabe desde Heraklito,

la consecución de una paz idílica en este Planeta Tierra y, desde que los seres humanos salimos del «Paraíso Perdido» del Eden… es tarea absolutamente imposible e incluson contraproducente, pues esa paz ó ausencia de «violencia» no es otra cosa que la muerte, el encefalograma plano, la emasculación de las naciones, como creo dice Savitri Devi en su obra «El Rayo y el Sol» [Nota: buscaré la cita exacta]…

Pero no hagamos más.. divagaciones. En realidad el propósito de este comentario mio es hacerme eco del jugoso e inteligente artículo que se publica hoy, dia 1 de octubre, en El mundo de Daorino, en el cual cita a mi persona y a un colega, el creador de El blog del oso solitario, quien, por cierto, también se ocupa de la nefasta y grotesca Ley de Igualdad de Trato…

Del artículo escrito por Max ya me he ocupado en otro blog… y ahora, me permito el honor de reproducir algunos párrafos de lo que escribe mi amigo Daorino, agradeciéndole sus elogios («inmerecidos», como suele decirse):

Me ha llamado mucho la atención un artículo de mi amigo Julio Sanz (creador de varios blogs muy interesantes, como Jrania) bajo el título “La belleza al poder” (Y no sólo por las excelentes imágenes, jejeje). En dicho artículo se denuncia una nueva ley con la que nos amenaza el gobierno actual: Ley de Igualdad de Trato. Julio Sanz denuncia que con esta ley se castiga la belleza y la inteligencia. Si el sistema de contratación y de selección actuales son ya de por sí injustos en muchísimas ocasiones, y como si ya no hubieran medidas (como por ejemplo pagar al empresario entre 3000 y 6000 euros por contrato a un inmigrante en la ciudad de Valencia, donde el PP tiene mayoría absoluta) que aboquen a la contratación de inmigrantes, mujeres, etc., discriminando al trabajador nacional masculino heterosexual, esta Ley de Igualdad de Trato viene a ser el colmo de los colmos, una ley que redunda más en la misma estupidez de la imposible realización de la igualdad (pero ojo, ¡es que no persigue esa realización en realidad!, ¡la contradicción es total!): por mucha Ley que se haga la realidad se mostrará clamorosamente. A un puesto de trabajo debe acceder la mejor para ese puesto, es de lógica de párvulos.

Sinceramente esta ley me parece absurda y provoca la risotada, si tuviera que contratar lo haría según los méritos de la persona y su buen tarto –además de por ser español(a), pero español(a) de verdad–, siempre dependiendo según qué cargo, al margen de si es gordo o gorda o si es feo o fea: que te discriminen por alguna tara física o por la edad es una putada –obesidad, extrema delgadez, granos en la cara, canas, tienes más de cuarenta años…–, pero que te discriminen por no tener esas taras no es menos putada. Estamos, sin duda, ante una nueva entrega de “discriminación positiva” y de igualación forzosa de la sociedad por Ley donde para conseguir un trabajo el mérito residirá en ser feo, o gordo, o ser inmigrante, o formar parte de algún club de los oprimidos… Nadie tiene la culpa de los complejos de mucha gente ni de la crueldad de los no acomplejados: si en esta sociedad no hay civismo ni unos valores sólidos, ni siquiera un mínimo de respeto, es causado por el sistema de valores pernicioso actual promovido por los marxistas culturales y que impone igualmente el capital con toda su arma propagandística (la publicidad) y consumismo, todo ello bajo el auspicio de los estados (ocupados), que crean a su vez leyes de “igualdad” para fomentar la confusión y la destruccuón de las naciones europeas. Estamos creando una sociedad donde SE PREMIA EL VICTIMISMO, fomentándose la patología social. Y ¿qué es el victimismo? El victimismo surge cuando uno se hace la víctima, cuando uno se cree perseguido cuando no lo es, cuando uno lucha pensando que es discriminado cuando no lo es. El victimismo es una pose teatral que el que la pone en práctica acaba creyéndose; el victimista es el nuevo ídolo, es el nuevo héroe, es el nuevo hombre-tipo a seguir, es el rebelde y gran luchador por la libertad, el que lucha desinteresadamente por todas las víctimas. Y es que los victimistas ven víctimas por todas partes, son monjes de la pena y de la lástima, van de moralistas y falsos sacerdotes. El débil no es un pusilánime, sino una víctima del sistema, el negro que viola a una chica blanca no es un violador, sino víctima de las diferencias sociales, del pasado colonial y un sinfín de trastornos freudianos, la mujer que aborta no es una asesina, sino víctima de una moral retrógrada… El victimista hace a la víctima culpable, el victimista es sin duda el gran creador y arquitecto de la nueva ética: la discriminación positiva.

sólo 11 países europeos defienden la Cruz como símbolo

5 junio 2010

Diez países europeos se suman a Italia en la defensa del crucifijo

Armenia, Bulgaria, Chipre, Grecia, Lituania, Malta, Mónaco, San Marino, Rumania y Rusia piden participar en el segundo juicio en el Tribunal Europeo de DD.HH. Es sobre la sentencia que prohibía el crucifijo en las aulas de las escuelas italianas.

 

Por primera vez en la historia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), diez Estados miembros, entre ellos Rusia, se han declarado como “amicus curiae” (es decir, tercera parte) ante la sentencia dictada contra el Estado italiano que prohíbe el crucifijo en las aulas de las escuelas y que será analizada por la Gran Sala de ese Tribunal el 30 de junio.

El Tribunal comunicó este martes al Centro Europeo para el Derecho y la Justicia (European Centre For Law And Justice, ECLJ), la lista de los miembros que han salido en defensa de Italia: Armenia, Bulgaria, Chipre, Grecia, Lituania, Malta, Mónaco, San Marino, Rumania, y la Federación Rusa.

Estos diez Estados, que forman parte de las 47 naciones del Consejo de Europa, han pedido formalmente al Tribunal presentarse oficialmente como “tercera parte” cuando el caso se presente ante la Cámara. La condición de “tercera parte” permite a los Estados convertirse oficialmente en parte de un caso y presentar al Tribunal sus observaciones escritas y orales.

Todos intervienen en apoyo al Estado italiano que trata de anular la sentencia del mes de noviembre pasado que prohíbe los crucifijos en las aulas de clase. Al mismo tiempo, doce organizaciones no gubernamentales (ONG’S) han sido admitidas por el Tribunal como “tercera parte”. Ningún Estado u ONG ha intervenido en apoyo de esa sentencia.

Además de esos diez Estados miembros, otros Estados se han pronunciado contra la sentencia del 3 de noviembre de 2009, como es el caso de Austria o Polonia, que emitieron pronunciamientos políticos el 19 de noviembre y el 3 de diciembre de 2009 respectivamente.

“Se trata de un precedente importante para la vida del Tribunal, pues en general los Estados miembros se abstienen de intervenir o intervienen sólo cuando el caso afecta a un ciudadano de su Estado”, explica a la agencia Zenit Gregor Puppinck, director del Centro Europeo para el Derecho y la Justicia.

“El ‘caso del Crucifijo’ es único y no tiene precedentes. Diez Estados han decidido explicar a la Corte cuál es el límite de su jurisdicción, cuál es el límite de su capacidad para crear nuevos ‘derechos’ contra la voluntad de los Estados miembros. Puede verse en todo esto un contra-balance de su poder”, añade Puppinck en declaraciones a Zenit.

No tiene precedentes esta alianza entre países católicos y ortodoxos frente a la ideología liberal y secular. Unen fuerzas para proteger su herencia religiosa y su libertad y poder reafirmar el derecho de los símbolos cristianos de estar presentes en el espacio público de sus respectivos países.

El juicio

El caso Lautsi, o “caso del Crucifijo” fue remitido a la Gran Cámara del tribunal después de que el Gobierno italiano apelara, el pasado 28 de enero, contra la sentencia emitida por la Sección Segunda del Tribunal el 3 de noviembre de 2009.

En esta primera decisión, el tribunal dictaminó que la presencia del crucifijo en las aulas es “contraria al derecho de los padres a educar a sus hijos en la línea de sus propias convicciones y al derecho de los niños a la libertad religiosa”, porque los alumnos italianos se sentirían “educados en un entorno escolar marcado por una determinada religión”.

El tribunal continuó afirmando que la presencia del crucifijo podría ser “emocionalmente perturbadora” para el hijo de la señora Lautsi (la demandante), y, lo más importante, que su exhibición no podría “fomentar el pensamiento crítico en los alumnos” ni “servir al pluralismo educativo” esencial para preservar una “sociedad democrática”.

El tribunal concluyó que eso había sido una violación del artículo 2 del Protocolo número 1 (Derecho a la educación), así como del artículo 9 (libertad religiosa) de la Convención.

Esta decisión ha sido duramente criticada por expertos políticos y juristas de varios Estados europeos como una imposición del “laicismo”. En concreto, se ha reafirmado que la Convención Europea de Derechos Humanos nunca ha requerido que el Estado deba “observar la neutralidad confesional en el contexto de la educación pública” o de cualquier otro sector público.

De hecho, varios Estados miembros del Consejo de Europa son “Estados confesionales” con una religión oficial o un reconocimiento de Dios en sus leyes y constituciones.

Al conceder el pasado 2 de marzo la remisión ante la Gran Cámara de la decisión de noviembre, el tribunal ha reconocido que la decisión de noviembre plantea graves problemas legales y debe ser reconsiderada por la formación del tribunal.

El pasado 29 de abril, el Gobierno italiano presentó su memorándum al Tribunal explicando que los jueces de Estrasburgo no tienen competencias para imponer el laicismo a un país, en particular a Italia, nación caracterizada por su mayoritaria práctica religiosa e identidad católica.

La decisión del tribunal, tras la audiencia pública de la Gran Sala que se celebrará el 30 de junio, será publicada a finales de año.

Fuente: Zenit y ReligionenLibertad.com

Un comentario:

Eremita TFP Enlace permanente
Viernes 4 Junio 2010 11:25 am

Salve Maria..!

En su infinita sabiduria Dios sabe por que hace las cosas.

Hoy dia son las naciones que vivieron el comunismo de cerca y tan recientemente, las mas fieles en salir a protestar para mantener la presencia del crucifijo: el simbolo de la presencia de Cristo en la sociedad.

Ver a Armenia, Lituania y Rusia es reconfortante. No ver a España, a Francia, a Alemania (otrora Sacro Imperio Romano Germanico), es vergonzoso.

Definitivamente la revolucion ha querido dar un golpe con el tema del retiro del crucifijo. Es posible que de un paso atras, pero para saltar dos pasos mas, probablemente en dos generaciones mas cuando sus politicos sean mas relajados en costumbres y cuyo pasado cristiano sea solo un recuerdo al estilo de lo que hicieron en España y Francia por ejemplo.

El objetivo de la revolucion es la apostasia de Cristo (en la Iglesia y el mundo), la adoracion a Satanas en un mundo tribal, sin religion, sin familia, sin propiedad, anestesiada por el chaman de turno y con la moral de “pan y circo” para las masas (pues elites no habran), tal como lo señalaran sus ideologos de todas las epocas.

Un abrazo in Jesu et Maria,

Nota de IRANIA:  En la actual situación de una Europa asediada por enemigos mortales el símbolo de la Cruz no es sólo exclusivo de la Iglesia Católica y de las demás Iglesias cristianas, como por ejemplo, la Iglesia Ortodoxa, que también es católica, según el significado griego de esta palabra. Frente a la media luna, que es un símbolo de fuerzas invasoras desde hace más de mil años, la cruz –que figura en las banderas de Escandinabia, Islandia, Finlandia, Inglaterra, Grecia,– sirve como sígno aglutinador de Europa. Para quienes no lo sepan hay que decir que la Cruz es un signo anterior al cristianismo, y que como la estrella de David, la Cruz Swastika, el  Yan y el Yin de la bandera de Corea, etc. tienen simbología tradicional y pagana… De memoria, creo recordar, tienen connotaciones sagradas… que voy y debo investigar para aportar aquí la información pertinente…  También debemos recordar que la cruz es seguramente el símbolo más elemental (por su forma) y antiguo que existe:  La Verticalidad que une lo Alto (Cielo) y Bajo (Infierno?) y la Horizontalidad…(¿La Tierra…?).

SALUDOS