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¿ la pandemia covid-19 ha sido provocada?

27 marzo 2021

Carlo Maria Viganò.- Lo que hemos aprendido hasta ahora sobre la pseudopandemia nos da la imagen de una realidad perturbadora y de una conspiración criminal aún más inquietante urdida por mentes extraviadas. Esta realidad, sin embargo, no es tomada en cuenta por aquellos que, hipnotizados por el adoctrinamiento de los medios de comunicación, persisten en considerar una gripe estacional grave como un flagelo pandémico, como ineficaces las curas conocidas, y las llamadas vacunas, que son ciertamente inútiles y dañinas, como nada menos que milagrosas.

La reputación de las compañías farmacéuticas

Sabemos que los gigantes farmacéuticos – Astra Zeneca, Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson – no sólo no han seguido los protocolos ordinarios para las pruebas de medicamentos, sino que tienen un historial de una larga historia de condenas por haber causado previamente graves daños a la población, distribuyendo vacunas que se han destapado como causa de enfermedades incapacitantes.

Conflictos de intereses

Sabemos qué conflictos macroscópicos de interés existen entre las compañías farmacéuticas y los organismos responsables de su control: en muchos casos, los empleados de estas empresas han pasado por las entidades que deben aprobar y autorizar el uso de medicamentos, y es difícil imaginar que ellos – que a menudo siguen teniendo vínculos profesionales con Big Pharma – tuvieran la libertad de hacer una evaluación justa y prudente. De hecho, acabamos de ver con el caso de Astra Zeneca en Europa que la evidente nocividad de la llamada vacuna -que ha llevado a algunas Naciones a suspender su distribución- no es considerada una razón suficiente por la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) para prohibir su adopción. Los recientes hallazgos sobre efectos secundarios graves han sido diseñados para excluir la mayoría de los casos y, sobre todo, para ignorar deliberadamente la relación causal entre la inoculación con la vacuna y sus efectos secundarios a corto o largo plazo.

Inmunidad para efectos secundarios

Sabemos que, desafiando cualquier principio legal y la protección de la población, las compañías farmacéuticas han exigido inmunidad total por los daños y perjuicios que puedan producir a los pacientes, a quienes se les pide que firmen un formulario de exculpación junto con su consentimiento informado. Así, junto con los escandalosos beneficios de la venta de las vacunas, las multinacionales farmacéuticas garantizan su propia impunidad para una operación criminal, llevada a cabo con la complicidad de instituciones y gobiernos internacionales.

Secreto de las cláusulas contractuales

Sabemos que las condiciones contractuales de los acuerdos alcanzados por las Naciones Unidas y por la Unión Europea con estas compañías farmacéuticas son inaccesibles y secretas: ni siquiera los parlamentarios y representantes políticos pueden ver las cláusulas que tenían que aprobar dentro de una caja sellada. Y sabemos que las mismas compañías farmacéuticas no sólo no están asumiendo ninguna responsabilidad por los efectos secundarios, sino que también declaran que ni siquiera garantizan su eficacia para proporcionar inmunidad contra el virus.

El origen chino del virus

Sabemos que el virus SARS-CoV-2 se producía con toda probabilidad en un laboratorio, con la complicidad de la dictadura china. Dado que China es uno de los principales financistas de la OMS después de la Fundación Bill & Melinda Gates, ha podido impedir cualquier investigación sobre el origen del virus o las primeras etapas de su propagación.

Complicidad del personal sanitario

Sabemos que todas las Naciones, con muy pocas excepciones, adoptaron inmediatamente los protocolos de salud más absurdos provenientes de la OMS, comenzando con la desafortunada decisión de no tratar a los enfermos al inicio de los primeros síntomas, y someterlos a ventilación profunda una vez que el síndrome de gripe degeneró en neumonía bilateral aguda. Y esto sucedió con la complicidad execrable del personal de atención médica – desde médicos hasta personal de hospital – provocando miles de muertes no de Covid, como nos dicen los medios de comunicación convencionales, sino de un tratamiento incorrecto.

Deslegitimación y boicot los tratamientos disponibles

También conocemos la furiosa campaña contra la eficacia de los tratamientos ya existentes, desde el uso de plasma hiperinmune hasta el uso de medicamentos que muchos médicos, a pesar de violar las normas sanitarias que se han impuesto durante estos meses, han considerado su deber administrar a sus pacientes, con éxito. Y no es difícil entender que el bajo costo de los tratamientos, el hecho de que muchos de ellos no estén sujetos a patentes, y sobre todo su eficacia inmediata en el tratamiento representan para las compañías farmacéuticas y sus cómplices una razón más que suficiente para oponerse y desacreditarlos, incluso hasta el punto de prohibir su uso.

Un proyecto planificado desde hace años

Sabemos que para llevar a cabo esta operación criminal – ya que debemos hablar de un crimen contra Dios y contra la humanidad, no de un destino meramente desafortunado – era necesario tomar años de planificación, llevados a cabo sistemáticamente, con el fin de debilitar los planes pandémicos nacionales, reducir drásticamente el número de camas en hospitales y unidades de cuidados intensivos, crear una masa de ciegos, empleados sordos y tontos, ya no médicos, que pusieron su propia seguridad en el lugar de trabajo antes de su deber de curar a los enfermos. El juramento hipocrático fue violado en nombre de los beneficios para las compañías farmacéuticas y la búsqueda de un proyecto de ingeniería social.

Participación del sistema de salud

Sabemos que para obtener la complicidad de médicos y científicos, no sólo se ha recurrido al sistema de corrupción y conflictos de intereses que ha existido durante décadas, sino también a la distribución de premios y bonificaciones en efectivo. Por poner un ejemplo, en Italia un médico especialista recibe 60 euros por hora para administrar vacunas en los centros de vacunación; los médicos generales reciben incentivos para cada paciente que han vacunado; el Servicio Nacional de Salud paga una cama en cuidados intensivos a unos 3.000 euros diarios. Es evidente que ni los médicos generales, ni el personal hospitalario, ni los organismos sanitarios regionales tienen ningún interés en privarse de enormes ingresos, después de que la salud pública haya sido demolida durante la última década en nombre de los recortes a los impuestos por la Unión Europea. Para hacerse una idea, Italia ha recibido 72 invitaciones de Bruselas para cerrar todos los pequeños hospitales que hoy, bajo el pretexto de la pandemia, han sido reabiertos y financiados con fondos que la UE destina en préstamo con límites y condiciones que en otros momentos habrían sido considerados inaceptables. Sin embargo, estos hospitales funcionaron bien, lo que hizo posible ofrecer un servicio generalizado a los ciudadanos, y pudieron evitar la propagación de la enfermedad.

El papel fundamental de los medios de comunicación

Sabemos que las Naciones han concedido financiación a los medios de comunicación, como contribución a la información sobre Covid. En Italia, el Gobierno de Giuseppe Conte asignó grandes cantidades para que el sistema nacional de información diera una versión alineada de la pandemia, y censuró cualquier voz de disidencia. La difusión de datos sobre las infecciones y muertes ha sido manipulada gravemente, lo que sugiere que cada persona con un resultado positivo de la prueba debe considerarse enferma, aunque lo asintomático no sea contagioso, por la admisión misma de la OMS y los organismos análogos en los Estados Unidos, Canadá, Australia, etc. Y junto a estas financiaciones gubernamentales, en muchos casos el conflicto de intereses con las compañías farmacéuticas también ha podido interferir con las opciones de emisoras y periódicos, por un lado porque BigPharma representa a uno de los principales compradores de espacio publicitario, y por otro porque está presente en el consejo de administración de las empresas de información. Es difícil creer que el editor de un periódico, incluso si se le convence de que la pandemia es un fraude, se atrevería a ir contra el CEO o privar al periódico de los beneficios publicitarios de Pfizer o Johnson & Johnson.

Responsabilidad en las redes sociales

Sabemos que además de la complicidad de los medios de comunicación, la máquina infernal de las redes sociales, desde Facebook a Twitter, desde Google hasta YouTube, ha movilizado una operación de censura descarada y escandalosa, hasta el punto de borrar los perfiles de eminentes científicos y periodistas establecidos, por la única razón de que no obedecieron los diktats de la narración covid. Incluso en este caso, no es de extrañar descubrir las relaciones económicas y de parentesco existentes entre estas colosales multinacionales, que con el tiempo se han convertido en los propietarios de la información y los árbitros de quién tiene derecho a la libertad de expresión y quién no.

¿Cui prodest? – ¿Quién se beneficia?

También sabemos quiénes son los principales beneficiarios de la pandemia, en términos económicos: los usurpadores de los bancos, que tienen el poder de mantener a flote a las empresas ideológicamente alineadas, y al mismo tiempo hacer fracasar a las pequeñas empresas si son un obstáculo molesto para el establecimiento del Nuevo Orden Mundial. Estas pequeñas empresas, repartidas sobre todo por todo por todo el Viejo Continente y especialmente en Italia, constituyen el tejido social y la identidad económica de muchas naciones. Su difusión generalizada perturba a las multinacionales de gran distribución, desde Amazon hasta JustEat, que durante el período de encierro han aumentado sus beneficios de una manera escandalosa, en detrimento de las actividades comerciales normales, porque ese libro que solíamos comprar en la librería de la esquina ahora debe pedirse en línea, junto con almuerzo, tóner de impresora y detergente. Esta «nueva economía» se impuso con arrogancia en pocas semanas el año pasado, gracias al cierre simultáneo de tiendas y a los pedidos de estancia en casa que se impusieron a los ciudadanos.

Educación

Sabemos que la necesidad de adoctrinar a las generaciones jóvenes no podía excluir la instrucción escolar y universitaria de este plan, que hoy se da a través del «aprendizaje a distancia» con consecuencias psicológicas muy graves para los niños y los jóvenes. Esta operación de hoy sienta las bases para asegurar que un día la enseñanza ofrecida a través de Internet pueda ser unificada, decidiendo qué profesores pueden dar lecciones y qué deben decir, y no me sorprenderé si pronto esta forma alineada de educación incluye un número cada vez más pequeño de profesores: un solo profesor de historia para todos los estudiantes de una nación, con un programa definido y controlado por pocos. Esta no es una realidad lejana, cuando cada estudiante está obligado a conectarse en línea y ya no puede usar a un maestro en su propia escuela, que se ha visto obligado a retirarse de la enseñanza porque no cumple con las órdenes de poder. Tampoco podemos sorprendernos si los nuevos maestros son hologramas que elaboran algoritmos, o inteligencias artificiales perturbadoras que adoctrinan a millones de jóvenes en la teoría de género, la doctrina LGBT y todas las aberraciones morales que hemos anticipado en los últimos años.

Los promotores de la pandemia

Sabemos quiénes son los teóricos de la pandemia como instrumentum regni, de ; Bill Gates a George Soros, en una red de complicidad de intereses tan vasta y organizada que cualquier medida de oposición es prácticamente imposible. Junto con ellos, encontramos el repertorio más inquietante de las llamadas organizaciones filantrópicas y lobbies del poder, como el Foro Económico Mundial con Klaus Schwab, la OMS y todas sus ramas nacionales, la Comisión Trilateral, el Grupo Bildeberg, el Consejo para el Capitalismo Inclusivo encabezado por Lady Lynn Forester de Rothschild bajo la dirección espiritual de Bergoglio y, en general, la falange de multinacionales, bancos y grupos de poder que pertenecen a esta cúpula de conspiradores. No se sorprendan si, en perfecta coherencia con sus planes, las sectas y los movimientos satanistas del mundo también se movilizan, comenzando con la Iglesia de Satanás que exalta el aborto como un ritual propiciatorio para el fin de la pandemia, exactamente como BigPharma requiere pseudovacunas producidas con fetos abortados.

Sometimiento de la Jerarquía Católica

Por último, sabemos -y este es sin duda el aspecto más chocante- que parte de la jerarquía católica también está presente en este plan, que en Jorge Mario Bergoglio encuentra un predicador obediente de la narrativa pandémica, y principal patrocinador de las vacunas, que no ha dudado en definirlas como «un deber moral», a pesar de las gravísticas preocupaciones éticas y religiosas que plantean. Bergoglio incluso llegó al punto de ser entrevistado por el vaticanista Domenico Agasso, en una conversación contenida en un libro llamado Dio e il mondo che verrà, para recomendar a las masas la administración del suero genético y para proporcionar un respaldo autoritario y desafortunado de la ideología del globalismo. Y desde marzo de 2020, la Santa Sede ha demostrado estar perfectamente alineada con el plan globalista ordenando el cierre de iglesias y la suspensión de la celebración y administración de los Sacramentos. Si esto no hubiera sucedido realmente, y en cambio se hubiera producido una fuerte condena de este proyecto antihumano y anticristiano, los más altos niveles de la Iglesia habrían tenido dificultades para aceptar someter a las multitudes a limitaciones absurdas a sus libertades naturales, en nombre no sólo de una esclavitud ideológica, sino obviamente también económica y social.

No olvidemos que, como contrapartida a la pérdida de fieles en las iglesias y a la drástica reducción resultante de las ofrendas para las Conferencias Episcopales, necesariamente debe haber una forma alternativa de financiación que no nos llevará mucho tiempo descubrir. Creo que ni la China comunista, ni De Rothschild, ni Bill y Melinda Gates (que, como aprendí de una fuente autorizada, han abierto una cuenta en IOR, el Banco Vaticano), ni la red de partidos autodenominados democratas – la izquierda internacional – obedientes a la ideología globalista, son ajenos a esta operación. Por otro lado, el Gran Restablecimiento contempla el establecimiento de una Religión Universal ecuménica, ecológica y malthusiana, que ve en Bergoglio a su líder natural, como fue reconocido recientemente por la masonería. La adoración de la pachamama en el Vaticano, el acuerdo de Abu Dabi, la encíclica Fratelli Tutti y el próximo sábado de Astana apuntan en esta dirección, completando el inexorable proceso disolutivo de la Iglesia que comenzó con el Concilio Vaticano II.

Si algo no funciona, se puede utilizar para otra cosa

Hay que reconocer que la aparente ilógica de lo que vemos que sucede – el boicot a los tratamientos preventivos, las terapias erróneas, las vacunas ineficaces, los encierros sin utilidad, el uso de máscaras que son absolutamente inútiles – tiene perfecto sentido tan pronto como entendemos que el propósito declarado – derrotar a la supuesta pandemia – es una mentira, y que el verdadero propósito es la planificación de una crisis social y religiosa utilizando una pseudopandemia provocada artificialmente como herramienta. Sólo así podemos entender la simultaneidad y la inhumanidad de las disposiciones adoptadas por varias Naciones, la narración alineada de los medios de comunicación y el comportamiento de los líderes políticos. Hay un único guión bajo una sola dirección, que hace uso de la colaboración y complicidad de políticos y gobernantes, médicos y científicos, obispos y sacerdotes, periodistas e intelectuales, actores e influencers, multinacionales y banqueros, empleados públicos y especuladores. Las ganancias y ganancias son fundamentales para esto, porque compran y aseguran la lealtad de los subordinados, pero esta guerra – nunca se olvide de esto – es una guerra ideológica y religiosa.

Dos mundos opuestos

Esta crisis sirve para crear las condiciones necesarias para hacer inevitable el Gran Reset, es decir, la transición del mundo basado en la civilización grecorromana y el cristianismo a un mundo sin alma, sin raíces, sin ideales. En la práctica, es el paso del Reino de Cristo al Reino del Anticristo, de una sociedad virtuosa que castiga a los malhechores a la sociedad impía e inicua que castiga al bien. Esa idea detestable de la «igualdad» que antes nos inculcaban los librepensadores se ha utilizado ahora para equiparar el bien y el mal, lo bello y lo feo, con el pretexto de reconocer la libertad de expresión; y hoy sirve para promover el mal, la injusticia y lo que es erróneo, e incluso hacerlo obligatorio, con el fin de deslegitimar y prohibir la bondad, la justicia y la belleza. En consonancia con esta visión, el ecumenismo también – que inicialmente fue introducido en el recinto sagrado por el Concilio con el pretexto de traer de vuelta a herejes y cismáticos – hoy muestra su carga anticristiana, incorporando todas las religiones falsas en un panteón, pero proscribiendo la Religión Católica Romana Apostólica, porque es la única verdadera y como tal es irreconciliable con el error doctrinal y la desviación moral. Por lo tanto, debemos entender que, si presenciamos pasivamente los cambios en curso y permitimos que la ideología globalista se nos imponga en todas sus formas más abyectas, pronto seremos considerados criminales, enemigos públicos porque somos fieles a un Dios celoso que no tolera mezclarse con ídolos y prostitución. El engaño de la libertad, la igualdad y la fraternidad propagadas por la masonería, consiste precisamente en usurpar la primacía de Dios para dársela a Satanás, con el aparente pretexto –que en cualquier caso es erróneo e inmoral– de poner a Dios y Satanás al mismo nivel de tal manera que permita una supuesta libertad de elección que moralmente no existe. Pero el propósito final, el verdadero e inconfesable, es fundamentalmente teológico, porque el autor de la rebelión es siempre el mismo, el eternamente derrotado.

Nemo propheta in patria

Por supuesto, lo que vemos que sucede hoy ante nuestros ojos podría haber sido entendido y predicho durante años, si sólo hubiéramos prestado atención a lo que los teóricos del Gran Reinicio declararon con impunidad. En realidad, aquellos que denunciaron este plan, que actualmente está en marcha, fueron llamados teóricos de la conspiración, ridiculizados o vendidos como locos, ostracizados por la información convencional y criminalizados, expulsados de las cátedras universitarias y de la comunidad científica. Hoy entendemos lo lejos que fueron las alarmas que se levantaron, y cuán poderoso es el mecanismo organizativo que han puesto en marcha nuestros adversarios. En nombre de la libertad, nos hemos acostumbrado a vernos privados del derecho a hablar y a pensar, y ya se está llevando a cabo el esfuerzo por patologizar la disidencia para legitimar los campos de detención y restringir el movimiento basado en el pasaporte sanitario.

Disonancia cognitiva

Frente a la realidad, sin embargo, es difícil entender la razón por la que toda la población mundial se ha permitido estar convencida de la existencia de un virus pandémico que aún no ha sido aislado y que ha aceptado supinamente limitaciones a la libertad personal que en otras ocasiones habrían llevado a la revolución y a las barricadas en las calles. Aún más incomprensible no es tanto la ausencia de una reacción social y política verdadera y adecuada, sino la incapacidad de ver la realidad en todas sus pruebas burdas. Pero esto se debe, como sabemos, a la acción científica de manipulación de las masas que inevitablemente condujo al fenómeno que la psicología social llama «disonancia cognitiva», es decir, la tensión o incomodidad que sentimos frente a dos ideas opuestas e incompatibles. El psicólogo y sociólogo Leon Festinger ha demostrado que este malestar nos lleva a elaborar estas convicciones de tres maneras, con el fin de reducir la incongruencia psicológica que determina la disonancia: cambiar la actitud, cambiar el contexto o cambiar el comportamiento de uno. La gente común, incapaz de comprender o incluso reconocer cualquier racionalidad en lo que los medios de comunicación dicen obsesivamente sobre Covid, aceptan el absurdo de un virus gripal presentado como más devastador que el ébola, porque no quieren aceptar que sus líderes políticos mienten descaradamente, con el objetivo de obtener la destrucción social, económica, moral y religiosa de un mundo que alguien ha decidido cancelar. No saben cómo aceptar que la mentira puede ser transmitida como verdad, que los médicos no están curando y de hecho están matando a sus pacientes, que las autoridades civiles no están interviniendo para detener crímenes y violaciones flagrantes, que todos los políticos están obedeciendo a un lobby sin rostro, que Bergoglio quiere demoler la Iglesia de Cristo para reemplazarla por una parodia masónica infernal.

Así, de este deseo de no aceptar el engaño y así no querer tomar una posición en su contra y contra quienes lo promueven, se refugian en la conveniente narrativa dominante, suspendiendo el juicio y dejando que otros les digan qué pensar, aunque sea irracional y contradictorio. Miles de millones de personas se han convertido voluntariamente en esclavos, víctimas sacrificadas del globalista Moloch, y se han dejado persuadir de la inevitabilidad de una situación tan surrealista y absurda. O mejor aún: el absurdo de lo que vemos y lo que se nos dice parece dar mayor fuerza a las razones de aquellos que, después de doscientos años de revolución en nombre de una supuesta libertad, aceptan la tiranía como un hecho normal y suben a la horca con la renuncia de aquellos que están convencidos, después de todo, de que son culpables de alguna manera.

No menos consternación se despierta por el comportamiento de aquellos que, en desacato a cualquier evidencia científica, piensan que pueden resolver esta crisis lamentando la ineficiencia en la distribución de vacunas, o remediar los daños del encierro garantizando subsidios a empresas y trabajadores. En resumen, les gustaría elegir si deben ser ejecutados por ahorcamiento o la guillotina, sin hacer ninguna objeción a la legitimidad de la sentencia. E inmediatamente se molestan tan pronto como alguien formula objeciones, acusándolos de teorías de conspiración o negación, proclamando que están a favor de las vacunas y dando testimonio de lealtad a la ideología dominante. Y no se dan cuenta de que precisamente en la asignación de subvenciones a empresas dañadas por el encierro legitiman el ingreso universal teorizado por el Gran Restablecimiento y que también es fuertemente deseado por el Vaticano; no se dan cuenta de que no puede haber una vacuna contra un virus mutante, y que el antígeno que garantizaría la inmunidad contra una gripe estacional no puede existir mientras el virus no haya sido aislado en lugar de simplemente secuenciado. Nos recuerdan a aquellos que, en la esfera católica, deploran las derivas doctrinales y morales de Bergoglio, sin entender que están en perfecta coherencia con los fundamentos ideológicos del Concilio. Aquí también, como vemos, la racionalidad se cancela con el fin de dejar espacio para la «disonancia cognitiva» y aceptar lo absurdo.

El hombre no es un robot

Hay, sin embargo, un elemento que los conspiradores no han tenido en cuenta: la debilidad humana por un lado, y el poder de Dios por el otro. La debilidad humana hará que algunos de los cómplices de esta conspiración no sean completamente obedientes a las órdenes que se les han dado, o pensarán que pueden obtener ventaja personal de la pseudopandemia al exponer el engaño y la corrupción; algunos pensarán primero en su propio interés, otros impondrán la obligación de la vacuna a cualquier persona, pero tendrán algunos escrúpulos cuando se trata de vacunar a su propio hijo o a su padre anciano; algunos temerán que la farsa pandémica pueda involucrarlos de alguna manera en el escándalo, y comenzarán a confesar y a hablar; otros serán utilizados y luego brutalmente dejados de lado, y esto despertará en ellos el deseo de venganza y los llevará a revelar los antecedentes del plan. Un poco a la vez, este coloso de pies de arcilla colapsará, inexorablemente, por sus propias mentiras y sus propios crímenes.

Una advertencia saludable

Por otro lado, está el poder de Dios. Algunos de nosotros, al principio, creíamos que la pandemia era real y, con un espíritu sobrenatural, pensábamos que era de alguna manera un castigo divino por los graves pecados de individuos y naciones: pedían actos de reparación y oraciones para pedir a Dios el fin de la peste. Ante la evidencia de que no hay pandemia y que las muertes fueron causadas deliberadamente para exagerar los efectos sobre la población, debemos considerar a Covid como un flagelo, no en sí mismo, sino por todo lo que ha revelado: el plan de Satanás para el establecimiento del Nuevo Orden Mundial, que está destinado a conducir al reinado del Anticristo. El Señor nos muestra, con la severidad de un Padre, que Él todavía quiere advertir a Sus hijos y a la humanidad engañada acerca de las consecuencias del pecado. Él nos muestra lo que le espera al mundo si no sabemos cómo convertirnos, abandonando el camino de la perdición y volviendo a Él, a la obediencia a Su santa Ley y a la vida de Gracia.

La respuesta de los católicos

Pero para que las naciones regresen a Dios, sus miembros ya deben pertenecerle. Para que Cristo sea rey de las naciones, Primero debe reinar en nuestras almas, nuestras familias y nuestras comunidades, y Él debe reinar sobre todo en la Santa Iglesia, sobre Sus Ministros, sobre el Papa y sobre los obispos. Mientras el Dios vivo y verdadero se indigna al ser colocado junto a ídolos y demonios, no podemos esperar que la Divina Misericordia ponga fin a este flagelo y derrote al enemigo.

Que este período de preparación para la Santa Pascua sea un tiempo de santo propósito para todos nosotros: en penitencia, ayuno y sacrificio debemos llegar al pie de la Cruz y contemplar en la Pasión de Nuestro Salvador su acto de victoria sobre el Maligno. Al crucificar al Redentor en la madera de la Cruz, Satanás marcó su propia derrota, que todavía debe ser definitiva al final de los tiempos, pero es más segura e inexorable.

¡Regresemos a Dios! Volvamos a la Fe, pura y entera, sin compromisos con la mentalidad del mundo. Volvamos a la moral cristiana, a la santidad de la vida, a la pureza de las costumbres. El número de los justos restringirá la mano derecha del Todopoderoso y permitirá que la Iglesia enfrente al Calvario de su persecución final con la misma dignidad con la que Su Cabeza la precedió, porque la Cruz es el camino real que conduce a la gloria de la Resurrección. La forma amplia y cómoda es la que vemos hoy en día, y desafortunadamente sabemos muy bien a dónde conduce. Que la poderosa protección de la Santísima Virgen, Nuestra Señora y Reina, nos ayude en estos momentos de época: que sea Nuestra General en este combate espiritual, junto con San Miguel Arcángel y toda la Corte Celestial.

FUENTE: http://www.alertadigital.com

Histórica carta de monseñor Viganò que desenmascara la conspiración criminal de la pandemia e instruye a todos los hombres de bien

el absurdo título dado a Ahmed Infante…

7 marzo 2021

Una de las fechorías más repugnantes de la transición fue declarar “padre de la patria andaluza” a un cretino chiflado, como Blas Infante.

por Pío Moa

 6 MARZO 2021

Una de las fechorías más repugnantes de la transición fue insultar a los andaluces declarando “padre de la patria andaluza” a un cretino chiflado, Blas Infante.  Desmán completado ensuciando a Andalucía con la bandera islámica diseñada por el orate. En su momento, la bandera fue recibida con una mezcla de rechifla e indignación a las que respondía el citado cretino:  “¡Qué gobierno, qué país!  Llegar a sentir alarma ante el flamear de una bandera de inocentes colores, blanca y verde! Le hemos quitado el negro como el duelo después de las batallas,  y el rojo como el carmín de nuestros sables, y todavía se inquietan”. ¡El inocente Blas! Es difícil medir la felonía, no tanto de este como de los infames politicastros que hicieron allí la transición simbolizando a Andalucía con la bandera almohade (gran regalo para Marruecos) y atacando directamente a España y su historia. Salvo cuatro desgraciados, ningún andaluz se sentía andalusí o musulmán ni tenía interés por un sujeto como el tal Blas, fusilado por los nacionales, a quienes no parecía hacer gracia la advertencia del “carmín de nuestros sables”. Pero en 1982 y 83 los “demócratas” se apresuraron a imponer bandera y patriarcado de la patria, como si Andalucía no hubiera existido tras la expulsión de los moros hasta que el orate se dedicó a “pensar”. Así rompían de modo radical con el referéndum de 1976 y con la misma constitución del 78.  Es algo que define perfectamente una calidad moral, intelectual y política, y la define como propia de bandas de cacos: PSOE, UCD, AP (luego PP) y “andalucistas”. Y ahí siguen esos corruptos golfos prometiendo Andalucía al islam y corroyendo la idea de España. 

FUENTE:

https://elcorreodeespana.com/opinion/616349517/Una-de-las-fechorias-mas-repugnantes-de-la-transicion-fue-declarar-padre-de-la-patria-andaluza-a-un-cretino-chiflado-como-Blas-Infante-Por-Pio-Moa.html

El feminismo genera odio.

7 marzo 2021

por Pio Moa

El feminismo no se puede entender partiendo de su “pensamiento”, que es más bien un antipensamiento o una antilógica. Se entiende bien, en cambio, a partir de sus lemas. Creo que el que mejor condensa su ideología es este, de  Kate Millett una de las más significadas “pensadoras” feministas : “El amor es el opio de las mujeres, como la religión el de las masas”. ¿Se les  ha impuesto el sentimiento amoroso por efecto del patriarcado? Vaya usted a saber,  pero en todo caso está claro que lo que liberaría a la mujer sería el odio. ¿El odio a qué o a quiénes? Aparentemente al varón: ¿cómo es que el varón ha gozado siempre de todos los privilegios — según las (los) feministas–, y las mujeres lo han soportado, cuando –afirman– hombre y mujer son por naturaleza iguales? Difícil de explicar algo tan “antinatural”. Claramente el odio hacia el varón está teñido de envidia.
En cambio es odio incondicional al hijo, que tanto “limita” la vida femenina desde la concepción, y por ello, sobre todo, el odio a la misma mujer, que no solo ha aceptado su “esclavitud sumisa” durante milenios, sino que además ha amado a su opresor y a la maternidad que la desiguala y oprime. De ahí que el aborto sea “el sacramento” por excelencia del feminismo, como indican otras consignas, junto con el odio a las mujeres que deciden tener hijos y criarlos, como denunciaba la feminista moderada Doris Lessing. Hay cientos de consignas en el mismo sentido: “Soltera, siempre soltera; bollera, siempre bollera”; (con música) “Que nos detengan, que somos abortistas, malvadas feministas, y no nos pueden controlar”;  “Nosotras decidimos” (sobre el ser humano que llevan en el vientre, que no procede solo de la mujer: destruir una vida humana da  impresión de un poder absoluto, del que carecerían las mujeres,  por contraste con el que atribuyen histéricamente al varón). Y un largo etcétera. En el fondo es un odio al género humano, como decían erróneamente los paganos romanos del cristianismo.
Creo que el tema da para mucho más, de momento aquí queda. Y un ejemplo del odio que llega a generar  esa ideología alucinada (me lo manda el historiador portugués José Luis Andrade):
CADENAS DESVERGONZADAS DE ODIO
 “Que todos los que votaron por el fascista tengan los hogares quemados, los hijos destripados, los vientres hinchados con amoníaco y rasguen las vestiduras ardiendo y en desesperación”.
Estas palabras de incitación al odio fueron escritas ayer en la página personal de Facebook de la profesora Eugénia Vasques. El fascista al que se refiere es el Profesor de Derecho André Ventura, diputado del parlamento portugués y ex activista de la Juventud Socialdemócrata, que hace menos de dos años fundó el partido Chega [¡Basta!], un partido de derecha no domesticada ni avergonzada. Chega apoyó a su líder como candidato a la presidencia de la República habiendo obtenido 500.000 votos lo que motivó la rabia total de la izquierda portuguesa. No hay registro de que Facebook haya censurado o denunciado el post a diferencia de lo que hicieron cada vez que alguien se quejó o criticó las acciones de BLM ou Antifa. ¿Pero quién es la profesora Eugénia Vasques, ciudadana portuguesa?
Vivió en París, donde estudió en la Universidad de París VIII, entre 1970 y 1975. Obtuvo su diploma en Teatro (Formación de actores), en la Escuela de Teatro del Conservatorio Nacional, luego Escuela Superior de Teatro y Cine de Lisboa, luego se graduó en Lenguas y Literaturas Modernas (Portugués y Francés)en la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa y su doctorado en lenguas y literaturas hispánicas en la Universidad de California (Santa Bárbara), equivalente a estudios portugueses, en la Universidad Nova de Lisboa. Es miembro de la Junta Directiva del Club UNESCO para la Educación Artística.
Forma parte del lobby del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra, dirigido por Boaventura Sousa Santos. Este profesor es uno de los organizadores e inspiradores del Foro de São Paulo y del más reciente Grupo de Puebla. La organización académica que logró establecer se especializó en la producción masiva de Maestrías y Doctorados en Sociología y Humanidades, recibiendo grandes cantidades de fondos y subvenciones de la Unión Europea y de algunas universidades de los Estados Unidos. También fue uno de los inspiradores del Bloco de Esquerda [Bloque de Izquierda] que agrupa a los comunistas trotskistas y posmodernistas en Portugal. La profesora Eugenia Vasques, vista aquí en la foto con la líder del Bloco de Esquerda, la comediante Catarina Martins, es una activista de ese partido.

FUENTE:

http://www.elcorreodeespana.com

https://elcorreodeespana.com/opinion/212186566/El-feminismo-genera-odio-Por-Pio-Moa.html

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un «feminismo» que miente…

By Patschi

Publicado el marzo 7, 2021 por hirania

Por Christopher Fleming (R).-

 Mentira nº 1: En los países desarrollados existe una discriminación institucional contra la mujer. Si las feministas pudieran señalar una sola ley, una sola institución vinculada al estado, que claramente discrimina en contra de la mujer, no entiendo por qué aún no lo han hecho. Hablan mucho en términos generales del «sexismo institucionalizado», pero jamás citan ejemplos concretos de este supuesto “sexismo”.

Por supuesto que existe el “sexismo” y seguramente hay algunos hombres que desprecian a las mujeres por el mero hecho de ser mujeres, aunque yo nunca he conocido a ninguno; pero decir que hay casos aislados de odio hacía las mujeres no es lo mismo que acusar a todo el país de ser sexista.

Si en los países occidentales post-cristianos las feministas no encuentran mayores problemas de los que ocuparse, quizás sería mejor fijar su atención en lo que ocurre allende nuestras fronteras, como por ejemplo en los países musulmanes. ¡¡¡¡NOOOOO!!!! Ninguna feminista occidental está dispuesta a criticar la discriminación institucional que existe en esos países (una discriminación REAL, no imaginaria), porque existe un pacto tácito entre el feminismo y el Islam; es el viejo principio de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo.

Las feministas tienen una narrativa sobre la que han construido toda su ideología, que no es más que una variante del marxismo: la opresión de las mujeres por parte del malvado patriarcado, derivado de la religión cristiana. Su gran enemigo es la la religión cristiana, en particular la Iglesia Católica.

Dado que en el Islam ven (correctamente) a un enemigo de la Iglesia, prefieren hacer caso omiso a todas sus atrocidades. Hay otra razón por su silencio cobarde: si osaran criticar el Islam, su narrativa caería como un castillo de naipes, porque todo el mundo vería enseguida que los lugares donde las mujeres gozan de mayor libertad son precisamente los países que antaño eran cristianos. De hecho, hay una relación directamente proporcional entre el respeto hacía la mujer en una sociedad y el grado de implantación del cristianismo.

La realidad es exactamente lo contrario de lo que nos quieren hacer creer las feministas (o LOS feministas, porque ahora hay muchos hombres convertidos a esta ideología):  En Occidente existen muchos casos de discriminación (legal) contra los varones, no contra las mujeres.

Algunos ejemplos de discriminación contra los hombres::

En oposiciones a puestos de policía o bomberos, las pruebas físicas para mujeres se valoran de manera distinta. Una mujer que saca un 4 sobre 10 en las pruebas físicas supera a un hombre que saca un 5, porque a las mujeres se les suma un 20% a la nota. Si esto no es discriminatorio, la palabra ya no tiene sentido. ¿Cómo servirá esto para mejorar el servicio que prestan los policías y bomberos? ¿Hay alguna situación que podemos imaginar en la que para un policía o un bombero será útil ser MENOS capaz físicamente? En una competición deportiva las mujeres están en una categoría aparte y pueden ganar una medalla de oro con un registro muy inferior a otros hombres. Pero con los servicios de emergencia no se trata de dar oportunidades a las mujeres, como si se tratara de las olimpiadas; estamos hablando de posibles situaciones de vida o muerte. Lo mismo está ocurriendo en las fuerzas armadas, donde se fijan cuotas para mujeres. Los políticos y mandos militares están tan desesperados por conseguir reclutar a mujeres, por dárselas de modernos, que discriminan contra varones mejor preparados para determinados trabajos.

Una mujer que es víctima de violencia doméstica (me niego a utilizar el término «violencia de género») recibe ayuda de todo tipo por parte de las instituciones, desde asistencia policial, hasta una plaza en residencias para mujeres maltratadas. No digo que esté mal todo esto, simplemente denuncio que un HOMBRE que es víctima de maltrato por parte de su pareja no suele recibir absolutamente ninguna ayuda. Ningún político habla de este tipo de violencia, la policía no se preocupa por el tema, no existen residencias para hombres maltratados en España, y si un hombre llama al 016, la línea gubernamental para víctimas de violencia doméstica, se les ignora completamente, como lo demuestra este vídeo. Sin embargo, en este país cada año mueren asesinados unos 30 hombres a manos de sus parejasEs cierto que mueren el doble de mujeres, pero la cobertura mediática y política en un caso es abrumadora y en el otro es prácticamente inexistenteY todo ello es sin contar los más de 3000 hombres que se suicidan cada año en España, muchos de ellos por culpa del trato discriminatorio que reciben de las instituciones en los trámites de separación.

La ley vigente sobre la violencia doméstica, la LIVG de 2005, es claramente anticonstitucional, porque establece que un hombre que ejerce violencia contra su pareja reciba un castigo más severo que una mujer que hace lo mismoEl artículo 14 de la Constitución Española reza: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, SEXO, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.» (…).

Numerosos ayuntamientos de España, por no decir todos, tienen una Concejalía de la Mujer, que organiza actividades de todo tipo, exclusivamente para mujeres. Una vez, por curiosidad, pregunté en el pueblo donde vivía si podía apuntarme a una actividad determinada y me contestaron que no¿Por qué? Porque no era mujer. Al preguntar si existía otra entidad en el pueblo que organizaba actividades similares, subvencionadas con dinero público, dirigidas solamente a hombres, me miraron como si estuviera loco. El tema no es baladí, porque las instituciones discriminan sistemáticamente en contra de los varones al dedicar recursos públicos exclusivamente a mujeres, mientras no hay nada equiparable para varones.

El sistema educativo español discrimina en contra de los niños varones. No es una discriminación explícita, como en los casos anteriores, pero es muy real y tiene consecuencias devastadoras. En España se ha impuesto la educación mixta, lo cual no solamente es un craso error en el sentido académico, porque está demostrado que ambos sexos consiguen mejores resultados cuando se educan por separado, sino que causa traumas y frustraciones incalculables, debido al sesgo feminista que existe en el sistema.

En los colegios mixtos los niños están obligados a comportarse, y a aprender como si fueran niñas. Se castiga a los niños porque suelen ser más revoltosos, más ruidosos y menos reflexivos que las niñasSe exige que los niños estén sentados y callados durante horas en una silla. Esto es algo que para las niñas no suele ser problemático, pero para un típico niño de 6 años creo que sería difícil inventar una peor tortura. Hasta los contenidos que aprenden en el colegio están más pensados para niñas. Por ejemplo, en clases de lengua se prohíben los tebeos y se ensalzan las historias románticas. Se habla mucho de sentimientos, pero muy poco de acción. Recuerdo en el instituto el sopor que me producía tener que leer novelas de Jane Austen, de cuya calidad literaria no dudo, pero que ejerce muy poco atractivo para un chico de 14 años. ¿Cuántas novelas de aventura estudiamos en todos mis años de educación obligatoria? Ninguna, cero.

Ahora se dice que la competitividad es mala, pero para la mayoría de los varones es un gran estímulo en el aprendizajeLo que se llama «aprendizaje dialogado», que se adapta mucho mejor a la forma de pensar de las chicas, ha reemplazado el método socrático, una pedagogía más masculina. El resultado de este sistema feminista educativo es que los chicos o aprenden a comportarse como si fueran chicas, o simplemente fracasan en el colegio, lo cual explica porqué cada año las chicas obtienen mejores resultados que los chicos en los exámenes de bachiller, algo que antaño no era así.

Mentira nº 2: El mercado laboral discrimina contra las mujeres

 El hecho de que los hombres cobren como media 6000€ anuales más que las mujeres no significa que el mercado laboral sea «sexista«, porque para poder afirmar una cosa parecida habría que demostrar que, en igualdad de condiciones y para el mismo trabajo, se paga menos a las mujeres que a los hombres.

Sin embargo, esta práctica es ilegal y cualquier empresario que contratara a mujeres en estas condiciones sería inmediatamente denunciado. ¿Por qué las mujeres como media ganan menos que los hombres? Simplemente porque los hombres y mujeres somos diferentes; tenemos actitudes diferentes respecto al trabajo y queremos cosas diferentes en la vida. Las mujeres, si trabajan fuera de casa, generalmente buscan sobre todo un equilibrio entre su vida laboral y familiar.

Por ejemplo, prefieren trabajos que les permiten estar en casa cuando sus hijos vuelven del colegio por la tarde. Sin embargo, los hombres, que no suelen tener en cuenta estas consideraciones, generalmente son más ambiciosos profesionalmente, y no es raro que caigan en la adicción al trabajo. Tras una maternidad es común que las mujeres pidan una reducción de su horario laboral, para estar más tiempo con sus bebés, no porque les obligan sus maridos, sino porque ELLAS QUIEREN. Las mujeres, aparte de estar de baja durante más días que los hombres por razones biológicas, como media trabajan menos horas que los hombres, se toman más vacaciones y están más tiempo de permiso sin sueldo.

Si realmente fuera cierto que los empresarios pudieran pagar a las mujeres un 24% menos por hacer exactamente el mismo trabajo que los hombres, habría que preguntarse porqué querrían contratar a hombres. Un 24% menos en salarios es mucho dinero, y si fuera posible ahorrarse esto en costes sin temor a represalias legales, todos lo intentarían. Pero no lo hacen, y en principio un empresario no es más reacio a contratar a un hombre que a una mujer.

Los feministas están obsesionados con la paridad en sectores como la investigación científica y la dirección de empresas. Dado que son sectores dominados por hombres, los feministas, partiendo de la falsa premisa de que todo es fruto de una injusta discriminación, exigen que haya más presencia femenina. Da igual que pocas mujeres quieran estudiar ciencias porque les atraen más otras materias; y da igual que muy pocas mujeres estén dispuestas a hipotecar su vida en aras de ganar dinero dirigiendo empresas. Nunca he oído a nadie pedir más presencia masculina en la medicina, una profesión en la que son mayoría las mujeres. Tampoco he oído a las feministas exigir que haya más mujeres en el sector de la construcción o en la recogida de basuras. Será que sólo les interesan las profesiones prestigiosas y bien remuneradas. Ninguna feminista se queja de que el 95% de las muertes por accidentes laborales en España sean de hombres, por la sencilla razón de que los hombres hacen los trabajos más duros, más desagradables y más peligrosos. Algunos políticos creen que pueden controlar las decisiones de las personas, pero la realidad es que a menudo las mujeres no eligen las opciones que quisieran los feministas. A pesar de gozar de muy pocas facilidades, y a pesar del bombardeo de propaganda feminista en contra de las amas de casa, en España las mujeres siguen optando por quedarse en casa cuando se lo pueden permitir. Por esta razón, en las sociedades donde hay mayor flexibilidad laboral, como EEUU, las mujeres ganan MENOS en proporción a los hombres que en países menos desarrollados.

Mentira nº 3: Los roles tradicionales de los sexos son meros constructos sociales

Uno de los dogmas principales del feminismo dice que, más allá de las evidentes diferencias físicas, los hombres y mujeres son esencialmente iguales. Los roles que han adoptado históricamente, según la narrativa feminista, son fruto de una subyugación de la mujer por parte del hombre, gracias a su mayor fuerza física. Si «liberamos» a la mujer de esta subyugación deberíamos ver como empiezan a comportarse exactamente igual que los hombres, porque habrá desaparecido lo único que mantenía la sociedad patriarcal. Esta fantasía igualitaria no sólo contradice todo lo que sabemos por sentido común, sino también las últimas investigaciones científicas. Cada vez está más claro que el cerebro masculino difiere del cerebro femenino. Además, nuestro equilibrio hormonal y emocional es completamente diferente. ¿Cómo vamos a comportarnos de la misma manera?

Es por esta fantasía feminista que los expertos, pagados con nuestros impuestos, nos aleccionan sobre la imperiosa necesidad de comprar juguetes no sexistas para nuestros hijos. Nos dicen: «si le compras una pistola a tu hijo, cómprale una también a tu hija.» (Bueno, como ahora las armas no son políticamente correctas, mejor no habría que comprar pistolas a nadie.) O dicen: «si les compras muñecas a tus hijas, cómprales muñecas también a tus hijos.» Dicen los feministas que todo es cuestión de educación, que no existe diferencia esencial entre niños y niñas. Cualquiera que tenga hijos sabe que esto es un disparate. Pero también es muy peligroso. Si tratamos a niñas y niños como si fueran iguales les causaremos graves problemas psicológicos, porque cada uno necesita una disciplina y una afectividad acorde a su personalidad. Creo que los padres saben de lo que hablo.

Mentira nº 4: La familia «tradicional» es una institución que oprime a la mujer

La verdad es justo lo contrario. La mujer es por naturaleza más vulnerable que el hombre, y el matrimonio y la familia (el adjetivo «tradicional» sobra) la protegen. A lo largo de la historia muchos hombres han vivido sin familia: marineros, soldados, aventureros, etc. El hombre puede vivir desarraigado de su tierra y de cualquier familia, satisfaciendo su instinto sexual con fulanas que encuentra en cada puerto. (…). Una mujer no puede vivir así, por lo que Dios quiso que el hombre se sacrificara y se entregara a una mujer hasta la muerte. Así con sus esfuerzos provee para su mujer y sus hijos, y éstos son protegidos por él y los suyos. El hombre también se beneficia de este arreglo, porque gracias a las mujeres existe el concepto del hogar. El hombre puede viajar, irse a la guerra, pero si está casado, siempre tiene un hogar donde volver. Si Ulysses no hubiera tenido a Penélope esperándole en Ítaca, la Odisea no tendría sentido.

Los feministas creen que al atacar el matrimonio y la familia «liberan» a la mujer y ayudan la Humanidad a progresar. En realidad el feminismo supone un enorme retroceso social. De un sistema que protege a la mujer y sus hijos volvemos al Salvaje Oeste, donde las mujeres crían a sus hijos solas y éstos crecen sin padres. Los hombres vagan sin rumbo fijo, dejan preñadas a las mujeres con las que se encuentran, pero sin sentirse responsable por nadie más que ellos mismos; una sociedad que se compone sólo de individuos, donde lo que prima es el egoísmo y el sálvase-quien-pueda, Con este panorama es imposible establecer una sociedad con un sistema de justicia eficaz y garantías para los más débiles. 

El concepto feminista de «amor libre» ha hecho un daño terrible a la mujer. Antes de la revolución sexual la mujer tenía la llave en las relaciones con los hombres, pero gracias a la «liberación» que les trajo el feminismo, se la entregaron sin contrapartida alguna. Ahora que las mujeres ofrecen sus favores carnales sin exigir compromiso alguno, y que la misma noción de castidad es desconocida para las mujeres postmodernas, los hombres consiguen lo que quieren sin ninguna necesidad de casarse. Esto resulta en millones de niños concebidos fuera del matrimonio, o ilegítimamente, como decían antes. En España aún no se han visto las consecuencias de esta plaga, pero en el Reino Unido la mayoría de los nacimientos ocurren ya fuera del matrimonio, y en EEUU la situación es aún peor, sobre todo en la comunidad negra. La tasa de niños negros ilegítimos en EEUU ahora supera el 75%. Nacer fuera del matrimonio es una de las peores cosas que le puede pasar a un niño; conlleva precariedad emocional por la falta de disciplina paternal y el desequilibrio inherente en una familia monoparental; son más expuestos a abusos sexuales (estadísticamente la mayor situación de riesgo es vivir con las parejas de la madre), y el trauma por la falta de su padre le acompañará de por vida. No es de sorprender que la gran mayoría de los presos en las cárceles occidentales son hijos de madres solteras.

Mentira nº 5: El feminismo ha logrado grandes avances para la mujer

Lo que ha conseguido el feminismo, lejos de «liberar» a la mujer, es esclavizarla. Los «avances» que suelen señalar los feministas van todos en detrimento de la felicidad de las mujeres. Veamos uno por uno estos falsos avances.

El divorcioEl ideal del feminismo es que las mujeres sean autónomas, sin tener que depender para nada de los hombres. Para lograr este objetivo primero se legalizó y luego se facilitó al máximo el divorcio, que al principio era un proceso engorroso, porque había que demostrar infidelidad del otro cónyuge, pero que ahora es un mero trámite; uno se puede divorciar simplemente porque le da la gana, sin tener que aportar razón alguna.

Si tiene que existir el divorcio, yo pienso que sería más justo que existieran dos formas de contrato matrimonial: un tipo para los novios que realmente se quieren y están dispuestos a seguir casados hasta la muerte, y otro tipo para los «liberales» que sólo se quieren lo suficiente para decirse «ya veremos lo que esto dura.» De esta manera, se sabría si una boda es de verdad, o una boda de paripé.

Los feministas creen que han logrado algo grande con el divorcio. Sin embargo, es una espada de doble filo, porque muchos hombres; al ver como se las gastan muchas mujeres, deciden que el matrimonio no es para ellos, y en consecuencia muchas mujeres se ven abocadas a la soltería. El divorcio es todo menos un avance, porque el concepto de autonomía personal que justifica el divorcio es contrario a la naturaleza del ser humano.  La familia existe precisamente porque nos necesitamos unos a otros.

Mentira nº 6: El aborto

El «derecho» de asesinar a sus hijos antes de nacer es para los / las feministas un gran avance social, que ha liberado a las mujeres de la carga de ser madres cuando no les conviene. No sirve de nada discutir con los / las feministas sobre el aborto, porque es un tema puramente emocional para ellos/ ellas :  En vano se les dirá a los / las abortistas, por ejemplo, que el embrión en el seno de una mujer embarazada tiene un ADN distinto al de la madre.

En vano les dirás que la vida humana empieza en el momento de la concepción, por lo que cualquier procedimiento posterior que acabe con esa vida es MATAR. En vano les dirás que si una mujer no quiere cuidar de su hijo, hay muchas familias esperando para adoptar. En vano les dirás que un aborto tiene gravísimas consecuencias físicas, pscicológicas y espirituales sobre la mujer. Además, parece que los feministas no se dan cuenta de que el aborto es aprovechado por hombres sin escrúpulos que utilizan a las mujeres como objetos sexuales, para mantener su estilo de vida hedonista e irresponsable. (…). Personalmente he conocido muchos casos en que la mujer va al abortorio presionada por su novio, que no quiere saber nada de del bebé. El aborto, más que una conquista para la mujer, es una trampa que la destruye.

Cristopher Fleming

FUENTE: http://www.alertadigital.com (7 marzo 2021)

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