Antia García, en el diario «El País» (Madrid, 8 octubre 2017), en el suplemento «Ideas», destaca que el libro «La lengua de los dioses», de ANDREA MARCOLONGO, es «una reivindicación del griego clásico».
Antia García entrevista a Andrea Marcolongo, con motivo de la publicación de un libro que en Italia ha vendido más de 150000 ejemplares y que ahora edita Taurus en España con el titulo de «La Lengua de los dioses. Nueve razones para amar el griego».
Andrea Marcolongo, que nació en Milán hace 29 años, ya de muy jóven se entusiasmó con el estudio del idioma griego clásico. Andrea prefiere considerar al griego clásico, no como una «lengua muerta» en el sentido de que nadie la habla desde hace siglos, sino como una lengua fértil, muy fértil, pues sirve para crear nuevas palabras. Pone el ejemplo de la palabra «xenofobia» y explica que este término se acuñó en el siglo XX dando por entendido que «Xenos» es «extranjero» y «fobia» es «miedo». Y sin embargo, señala Andrea, los griegos nunca habrían empleado así la palabra «xenofobia», ya que «xenia», de donde deriva «xenos», significa «hospitalidad», pues esta cualidad era uno de los valores más estimados en la antigua Grecia.
Antia García, la entrevistadora, hace la observación de que en España se ha relegado el estudio de asignaturas como filosofía y lengua griega, lo que rompe la relación de los alumnos con la cultura de la Grecia clásica. A lo cual, la helenista Andrea Marcolongo comenta que en Italia hay la misma discusión en el plano educativo, y añade que cuando los políticos toman esta clase de decisiones «es porque tienen miedo a que aprendamos a pensar».
A la pregunta de «¿Qué nos han enseñado los clásicos?», Andrea responde: «Nos dejaron escrito todo lo que hay que saber sobre los seres humanos. Las tragedias griegas nos cuentan cosas de hoy día, porque nos explican que las personas no son pura y enteramente buenas, sino que dentro de nosotros también hay muchas cosas malas y tenemos que aprender a experimentar y gestionar nuestras emociones.»
Antia Garcia pregunta si «¿Estamos perdiendo (…) la esencia de nuestras lenguas al implantar tantos anglicismos? Y Andrea Marcolongo señala el daño que se hace a un idioma cuando se introducen, innecesariamente, palabras de origen inglés, cuando podrían utilizarse términos del idioma que sufre la actual invasión de «anglicismos».
FUENTE: «El País», Madrid 8 octubre 2017, domingo. Suplemento «Ideas». «Conversaciones con futuro». pág 7.