Frente a la dictadura mundial que, como en «Un mundo feliz», de Huxley, trata de imponer un modo de vida deshumanizada y suicida, hay paises, como Lituania, que pese a su pequeñez y, quizás porque no olvida su larga lucha por liberarse del poder soviético, da ejemplo de saber defender uno de los principios blásicos de la civilización europea: la familia.
La información la tomamos del Diario Pregón de la Plata:
En Lituania se aprobó la “ley de protección de menores contra el efecto perjudicial de la información pública”, que equipara la difusión de información positiva sobre homosexualidad y bisexualidad a las imágenes de violencia o muertos, protegiendo de ese modo a los niños de sus efectos perjudiciales.
La ley fue vetada por el presidente saliente, Valdas Adamkus, por contravenir los principios de no discriminación de la Unión Europea, a la que Lituania pertenece, pero la Constitución de ese país permite anular el veto si más del 50% del Parlamento apoya tal moción. Así ocurrió, y la ley volvió a ser sometida a voto el 14 de julio de 2009. El resultado fue abrumador: 86 votos a favor, seis en contra.
La ley argumenta que debe combatirse todo aquello que “subvierta las relaciones familiares y degrade sus valores”, y se extiende a todo lo referente a lo paranormal, el lenguaje grosero y los malos hábitos de alimentación, todos los cuales caen conjuntamente bajo el espectro de esta disposición.
Los antinaturales
Las voces críticas no se han hecho esperar. La ley no define específicamente lo que debe entenderse bajo diseminación pública de información, ni tampoco establece qué pena recibirían los infractores.
Varias las organizaciones de derechos humanos que contradicen el Orden Natural han contactado a la Unión Europea para que ponga freno a la iniciativa lituana, y se iniciaría un embate para imponer la homosexualidad.
Cabe destacar, además, que las convenciones de la Unión en esta materia sólo cubren la discriminación en el ambiente laboral, y no en otras áreas, y por tanto no queda claro si Lituania realmente vulnera dichas convenciones a la luz de los Tratados suscriptos. Más allá de eso, la Ley pretende la protección de los niños ante influencias nocivas, basados en el Derecho Natural.
Uno de los organismos que atenta contra el Orden Natural es Amnistía Internacional, el cual considera que esta nueva ley refuerza la discriminación basada en la orientación sexual, en un creciente clima de hostilidad hacia las minorías sexuales. Por tal razón, Amnistía está coordinando con grupos de Lituania el lanzamiento de campañas por la anulación o modificación de la ley.
Oriente y occidente europeo
Existen profundas diferencias entre Europa occidental y oriental respecto al respeto del Orden Natural. Mientras que en países como Holanda y Suecia, más del 70% de la población apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, en países como Letonia y Polonia, el apoyo no llega al 15%.
Varias son las razones dadas para esta disparidad. Una de ellas es la influencia de la Iglesia Católica en Lituania, religión que más del 80% de los lituanos profesa. En este país, la Iglesia promueve activamente el mensaje bíblico tradicional y las virtudes clásicas en cuestiones de sexualidad.
Al mismo tiempo, los medios de comunicación son conservadores, y difunden el Orden Natural, a la vez que califican a la homosexualidad como una perversión.
Sin embargo, varios analistas ven otro factor decisivo en la brecha existente entre el occidente y el oriente europeo: bajo los regímenes comunistas que predominaron durante la segunda mitad del siglo pasado, Europa oriental no fue partícipe de la degradación sexual que vivió Occidente, en particular en el tema de la homosexualidad.
Mientras la plutocracia internacional impuso la “liberación sexual” en Occidente, entre los comunistas realizó variaciones desde el “amor libre” y la derogación del matrimonio con sus letales consecuencias, hasta la imposición de un matrimonio civil y la persecución de la homosexualidad sin que esto jamás fuera cuestionado durante los 70 que rigió el comunismo en la Unión Soviética.
La “revolución sexual” en Occidente se debió a los mismos intelectuales marxistas que difundieron sus ideas sin restricción alguna. La difusión de sus postulados, prohibidos en la Unión Soviética, buscaba lograr la revolución subversiva a todo nivel, utilizando para ello la educación, la “cultura” y los medios de comunicación, para instalar la persuasión anticatólica y antinatural como si fuese una opción libre de los destinatarios del mensaje (toda la sociedad), en un mensaje. La opinión libre de los destinatario, se halló durante décadas influida y condicionada por quienes dirigían la cultura, la educación y los medios de comunicación.
Cuestión legislativa
Asimismo, el Parlamento lituano va a debatir una norma que prohíbe las campañas informativas, en los espacios públicos, de organizaciones LGTTBI, eventos culturales y las marchas del Orgullo en ese país.
Por otro lado, el principal efecto de la Ley de Protección de Menores contra el Efecto Perjudicial de la Información Pública, es que impide la difusión de la homosexualidad como algo positivo en las escuelas.
Lituania castigaría con trabajo comunitario, multas económicas e incluso cárcel a aquellas personas e instituciones que “promuevan en lugares públicos las relaciones homosexuales”.
La ley referente a los menores, aprobada en julio, había sido vedada por el anterior presidente durante su tramitación, pero el Parlamento lituano logró levantar la prohibición por mayoría de votos.
—
Nota de IRANIA: La magnitud del poder que trata de destruir la familia tradicional, la única forma de familia natural, loa podemos vislumbrar leyendo la siguiente información, que reproducimos de mamanga:
En estos días, como es público y notorio, estamos asistiendo a una feroz ofensiva por parte de ciertos grupos progresistas que pretenden equiparar el modelo del matrimonio, esencia y sustancialmente heterosexual, a las relaciones o vínculos homosexuales y lésbicos. Su pretensión e interés supremo es el de imponer el nombre de “matrimonio” a estas relaciones y vínculos, obviando el hecho evidente que en el mencionado esquema homosexual-lésbico no hay procreación ni, por ende, maternidad. En última instancia, pretenden también “tener” el derecho de adoptar niños, como si los hijos fueran una cosa a la que se tiene derecho, olvidando o dejando de lado el hecho que deciden instituir una relación sustancialmente infértil o infecunda.
Lo que los promotores del “matrimonio homosexual” se cuidan de reconocer es que se trata de una iniciativa legalizada en muy pocos países, en general gobernados por regímenes “progresistas”, de cuño social-demócrata: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia y Portugal. Por otra parte, en Estados Unidos (cuna de muchos de estos delirios) está vigente sólo en seis jurisdicciones: Massachusetts, Connecticut, Iowa, Vermont, New Hampshire y Washington D. C., aún cuando las organizaciones que subsidian y promueven financieramente esta ofensiva están radicadas en Estados Unidos y tienen profundos vínculos con el establishment angloamericano, sumamente interesado en promover esta agenda “progresista”.
En última instancia, con la promoción de este proyecto de ley estamos en presencia de un nuevo servicio, propio de cipayos, que el kirchnerismo gobernante presta al Nuevo Orden Mundial implementado por la plutocracia oligárquica más reaccionaria y genocida que ha conocido la historia de la humanidad. Paradójicamente, el gobierno supuestamente “nacional y popular” que los argentinos soportamos estoicamente no tiene problema alguno en pretender imponer el american way of life en el plano jurídico y cultural. Pero en realidad, esta monarquía bicéfala patagónica no sólo ha consolidado la matriz económica-financiera implantada a sangre y fuego por el nefasto Proceso de 1976; no sólo ha permitido la extranjerización de 480 empresas nacionales; no sólo ha concentrado el comercio exterior de granos en 5 empresas multinacionales; no sólo ha promovido la reprivatización de YPF y el asentamiento de su sede central en un país del Commonwealth; no sólo asiste pasivamente a la entrega in aeternum de grandes extensiones de tierra a inversores privados, en su mayoría ingleses y estadounidenses; no sólo ha entregado hasta su extinción nuestra riqueza petrolera y minera al poder financiero internacional (dueño real y absoluto de las empresas multinacionales que saquean nuestras riquezas y recursos naturales como el petróleo, las reservas de agua y la minería); no sólo paga puntualmente los servicios de una deuda pública espúrea y usurera; no sólo gobierna con leyes y decretos de la Revolución “Fusiladora”, del onganiato y del Proceso cívico-militar de 1976; no sólo ha reciclado funcionarios de las dictaduras en puestos gubernamentales, mientras impulsa el encarcelamiento de todo tipo de uniformados; no sólo ha reciclado a los discípulos de Álvaro Alsoragay y de la UCEDE como funcionarios “revolucionarios de centro-izquierda”; no sólo mantiene exenta de impuestos la renta financiera y grava los salarios y las remuneraciones; no sólo mantiene vigente la Ley de Entidades Financieras, implantada en 1977 por José Alfredo Martínez de Hoz; no sólo ha otorgado préstamos a empresas multinacionales y subsidiado con sumas multimillonarias a empresarios amigos con fondos públicos, mientras se niega a aumentar los haberes jubilatorios mínimos; no sólo mantiene una matriz impositiva que grava el consumo y no la renta, con lo cual carga el peso del ajuste económico sobre trabajadores y jubilados; no sólo ha beneficiado y amparado a los pools de siembra y a los grandes frigoríficos exportadores.
En resumidas cuentas, el kirchnerismo ha sido fiel y respetuoso de la política neocolonialista e imperialista impulsada a partir de 1976 por el imperialismo internacional del dinero. Este proyecto de ley de institucionalización de lo que propiamente podría ser llamado “gaymonio” es afín y coherente a la dominación y sometimiento ideológico-cultural que los “amos del universo” -plutócratas y oligarcas- necesitan para saquear “en paz” nuestras riquezas.
1. No es por generación espontánea ni por casualidad que se ha desencadenado esta iniciativa en nuestro país, así como tampoco se trata de un accionar exclusivamente local. En honor a la verdad, se trata de un proyecto diseñado por las fundaciones y organizaciones “caritativas” no-lucrativas, creadas por varias empresas multinacionales y por las grandes instituciones financieras internacionales (Ford Foundation, Rockefeller Brothers Fund, Open Society Institute, IBM International Fund, Tides Foundation, Bank of America, Chevron Corp., etc.), el verdadero poder que gobierna el mundo a su antojo, en perjuicio de los pueblos y países del mundo entero, inclusive de aquéllos en los cuales está asentada esta oligarquía rapaz.
Este proyecto en particular se enmarca en el proyecto diseñado desde hace varias décadas por esta oligarquía plutocrática, que tiene como meta la apropiación-saqueo de la riqueza mundial y el control del crecimiento poblacional mundial (para poder concentrar la riqueza “en paz”).
El dispositivo instaurado para llevar a cabo el segundo de estos objetivos –el control de la natalidad- está montado sobre dos ejes: los instrumentos materiales (elementos anticonceptivos y abortivos, mutilación genital, centros y clínicas, etc.) y la mutación radical del sistema político y cultural (mediante las leyes, la educación y las administraciones gubernamentales), indispensable para consolidar y asegurar el éxito del uso de los mencionados instrumentos materiales[1]. Es evidente que la promoción y legalización del “matrimonio” gay u homosexual –aunque contradictorio en sí mismo- forma parte del trastorno cultural y político que se pretende promover e implantar, para degradar la institución matrimonial, célula básica de toda comunidad nacional[2].
En Estados Unidos en particular, y en varios países desarrollados en general, hay cientos de fundaciones y organizaciones “privadas” que se dedican desde hace años a difundir e implantar en todo el mundo, sobre todo en los países del Tercer Mundo, este modelo típico del american way of life, que tiene como finalidad promover el libre desarrollo de la personalidad, basado en una cultura y en un sistema de valores fuertemente individualistas. Entre otras instituciones, la International Gay and Lesbian Human Rights Commission (IGLHRC) y la Astraea Lesbian Foundation for Justice se ocupan exclusivamente de promocionar y legitimar las condiciones de vida de las poblaciones lésbicas, gays, bisexuales y transexuales.
2. Como es público y notorio, en nuestro país esta ofensiva legislativa y judicial pro gay ha sido llevada a cabo en particular por la Federación Argentina Lésbica, Gay, Bisexual y Transexual (FALGBT), presidida por María José Rachid, acompañada en su proselitismo, entre otras personalidades, por Marcela Romero y por Marcelo Ferreyra. Lo que se encubre y oculta es que ésta última no sólo es la primera transexual argentina que obtuvo una nueva personalidad jurídica como mujer, luego de operarse, sino que además forma parte del cuerpo de Consejeros Internacionales de IGLHRC, mientras que el segundo de los nombrados es el Coordinador del “Programa de IGLHRC para Latinoamérica y el Caribe” de la mencionada organización gringa[3].
(…/…)
Fuente: http://foro.seprin.com/phpBB3/viewtopic.php?f=10&t=11279